La preparación de la tierra de un terreno de una superficie de ocho mil metros cuadrados, que era un invernadero abandonado y la instalación de uno nuevo con sus mallas y demás elementos, provoca desde hace más de una semana que el polvo y la tierra invadan a unos 80 dúplex de Pozo Izquierdo, en el municipio de Santa Lucía de Tirajana.

Los residentes reclaman que se utilicen más cubas de agua, no solo una, para que no continúe esta invasión de tierra y para que no se convierta en un perjuicio para la salud de los afectados.

Los operarios utilizan a diario tractores y la retroexcavadora para desmontar el terreno abierto, que se encuentra entre las calles Jacaranda y Vinagrera, para instalar posteriormente la nueva estructura del invernadero.

Para esta actividad emplean una cuba de agua para mojar el terreno. Sin embargo, el fuerte viento que predomina en estas fechas en la zona, que alcanzó ayer en rachas los 70 kilómetros por horas, provocó que la tierra entrara fácilmente prácticamente todas las casas que se encuentran en varias calles muy próximas, como Jara, La Retama y Tedera, entre otras.

Numerosos vecinos han mostrado su malestar en varias ocasiones al responsable de la preparación del nuevo invernadero, que cuenta con la correspondiente licencia municipal para hacerlo. Al mismo tiempo, varios residentes presentaron sus denuncias a la Policía Local por la situación que están viviendo desde hace más de una semana.

"La situación es horrible", destacó la madre de la vecina de la calle La Retama Judit Adelaila Corrales, quien reside en el dúplex con William Enrique Reyes y sus dos hijos de cuatro y 14 años. "Deben de echar mucha más agua. Tenemos que barrer dos o tres veces al día el patio de entrada y el trasero. Tememos que tanta tierra empiece a molestar al pequeño", agregó.

Un afectado de unos 25 años, residente en la misma calle, exigió que "busquen soluciones porque el polvo y la tierra entran por cualquier sitio, aunque tengas las persianas cerradas. A veces no utilizan la cuba de agua".

El matrimonio croata y serbio, formado por Landa y Leon Mormer, vive en un dúplex que hace esquina, muy próximo al terreno.

"Barremos al menos cuatro veces los patios diariamente, y dentro se barre y limpia cada día, y sigues notando el polvo", comentaron. "Me dijeron que el nuevo invernadero no va a tener mallas. Espero que no sea así", afirmó Leon Mormer.

Otra vecina afirmó que "habrá que aguantarse. El viento no se puede quitar. Es bueno que haya una nueva explotación agrícola".

Antecedente

Algunos vecinos recordaron que en junio de 2018 se vivió una situación similar en Las Rosas, en Agüimes. Se trataba de un terreno de 100.000 metros cuadrados y donde finalmente se instalaron dos invernaderos.

Tras las quejas vecinales y la visita del alcalde Óscar Hernández, el Ayuntamiento cedió cuatro cubas de agua, que se relevaban en la labor. Así se redujo bastante el perjuicio a los afectados.