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De la rabia a la impotencia por la lacra de las llamas

Personas relevantes relacionadas con Tejeda y Artenara reflexionan sobre el incendio

Terrazas en Tejeda, el pasado miércoles. ANDRÉS CRUZ

Las desgracias, como vienen, se van. Cuando ya han pasado el miedo, la ansiedad y la desazón, llega el momento de valorar, de recular, de mirar lo que ha pasado. De estudiar, observar y recordar lo que queda y lo que se perdió. Puede que para muchas personas este sea uno de los peores momentos, porque, ahora es cuando realmente una persona se hace consciente de lo que ha sucedido. A medida que van pasando los minutos, las horas, los días, en la mente de los afectados por el incendio de la Cumbre se va despertando un sentimiento que, muchas veces, asusta demasiado, el de la realidad.

Personas relevantes de distintos ámbitos como la música o la medicina reflexionan en este reportaje sobre lo que vivieron los días en los que las llamas les cercaron.

Pilar Ramos - Maestra y hermana de J.A. Ramos

"Una visión dantesca, de tu corazón, de tu vida, rodeado por el fuego, fue un sentimiento terrorí?co"

Esta vecina de Artenara, hermana del timplista fallecido José Antonio Ramos, recuerda ahora, desde su casa en la Cumbre, los momentos de tensión y de angustia que vivieron mientras los campos de la zona alta eran pasto de las llamas. "Huíamos sin saber por dónde estaba el fuego", contó. Nos sentimos "muy abandonados. Gracias a un compañero salimos y al rato comenzaron a evacuar". Pero por suerte no estaban tan abandonados como sentían, "la gente mayor conoce mucho el fuego, y nos iban diciendo la dirección que debíamos tomar".

La maestra, que sube los fines de semana a Artenara, recordó el incendio que hace dos años asoló la Cumbre. "Fue grande, pero no tanto como este. Ahora imagino que esto es lo que sintieron los vecinos de Tejeda hace dos años, y que ahora deben de estar sintiendo lo mismo".

Pilar reconoce que fue "una película de terror", y que ahora, desde la piscina de su casa, puede ver la zona calcinada. "Es horroroso, da mal rollo y puedes revivir otra vez el naranja brillando en la noche".

"Las mejores vivencias de mi vida están ahí, enterradas bajo las cenizas. Jugaba en la zona que ahora está quemada".

Mary Sánchez - Cantante

"Siento rabia dentro sabiendo que hay gente que provoca el fuego, también hay animalitos"

"He llorado, ahora estoy emocionada, porque no hay derecho a esto. Yo sé que a lo mejor la persona responsable lo hizo sin darse cuenta, pero es que no puede hacer eso".

Para Sánchez, como para muchos canarios, el paisaje devorado por el fuego "me recuerda a mi niñez. La primera vez que Néstor Álamo me llevó a ver el Roque Nublo, empecé a llorar como una niña, tenía 16 años. Néstor me preguntó 'Mary, ¿qué te pasa?', no le respondí, estaba emocionada, había oído tanto hablar del Nublo y ahora lo tenía delante y me emocioné mucho la verdad. Fue un momento muy importante".

Mientras recordaba el momento, en el que pisó por primera vez el Nublo, con la voz marcada por la nostalgia, no pudo evitarlo, y comenzó a cantar Sombras del Nublo. Sin embargo, los sentimientos que se despertaban en su interior al recordar la tierra calcinada provocó que su voz se ahogara. Y que admitiera "no puedo ir a ver cómo quedó todo, porque me muero de sentimiento, me muero de angustia".

Manolo González - Escultor

"El de 2007 se veía desde aquí, he visto varios incendios en la Cumbre, pero no tan grandes como este"

Después de la tormenta viene la calma y el tiempo de espera, en el que, poco a poco, la zona calcinada volverá a estar como antes otra vez. Por este motivo Manolo González ha querido lanzar un mensaje esperanzador a la sociedad. "Está negro, pero de aquí a marzo estará verde de nuevo, obviamente ahora está feo pero mejorará". Sin embargo, tras el mensaje de aliento también ha querido denunciar que "esto se está repitiendo con demasiada frecuencia", y recordó que mientras el incendio estuvo activo "al disgusto y desazón de ver el pueblo quemándose, se suma la preocupación por la casa de uno y la de los amigos".

Porque "después del susto que me han contado que pasaron la noche del sábado... sé que son gente fuerte y positiva, además saben que no ha habido grandes pérdidas y que están a salvo".

Y en un momento recuerda "la sensación de gozo y de paz al estar en el lugar elegido". Donde también hay espacio para el "enorme agradecimiento a todas las personas que estaban al pie del cañón".

Ya que durante el tiempo que lleva viniendo "he consolidado el afecto que tenía a la Cumbre de Gran Canaria, principalmente a mis amigos y soy hijo adoptivo de Artenara", recordó.

Antonio Perera - Médico y exalcalde de Moya

"Soy un enamorado de las cumbres, pero al ser de Tejeda tengo debilidad por las de Gran Canaria"

"Estuve ejerciendo como médico seis años y medio en Artenara", matizó, "la gente es maravillosa, humana, tengo muy presente a la gente de ese municipio. Sin embargo, y a pesar de la importancia que tiene el municipio cumbrero para él, cuando se desató el incendio estaba en su pueblo natal. "Estaba en Tejeda durante el incendio, me dio mucha pena y me la sigue dando. Ver que nuestra Cumbre sufre cada vez más con este tipo de actos, a veces son provocados y otros por negligencia".

Su familia fue desalojada y "el martes cuando los llevé fui por Artenara, y vi las zonas que no había visto, sentí pena, pero también agradecimiento hacia todas esas personas que trabajaron y colaboraron en la extinción del incendio".

Sin embargo "la gente no es consciente de la gravedad que tuvo este incendio, llegó a unos límites fronterizos en los que pudo hacer mucho daño", denunció sin dudar. "No hay palabras para manifestar lo sentimientos que uno pueda tener al ver esta desgracia tan grande, cuando se produce un incendio, porque es algo tuyo que se va. Siento que se ha ido algo y que no volverá".

Y a pesar de que lo peor puede haber pasado "todavía no hay que bajar la guardia, seguimos en momentos críticos, y hay que ser muy precavidos". Además "el campo necesita actuar en el sentido de la limpieza, no se puede dejar que siga... descuidado. Cuando hay un incendio eso es combustible de primer grado".

No obstante entre estas advertencias hay lugar para la nostalgia que le produce su lugar de nacimiento, "son recuerdos muy emotivos, cargados de muchos sentimientos, éramos niños y jugábamos con un desparpajo y mucha improvisación, con mucha creatividad".

Siona García - Diseñadora

"Pasaremos del pueblo más bonito de España al más quemado como sigamos a este paso"

La diseñadora y residente de Tejeda se muestra, clara, tajante y sin tapujos: "La zona requiere de niveles distintos, los campos ya no se limpian", y remató "la desprotección es máxima".

Por más que trata de entenderl, esta lugareña no lo consigue. "Somos el pulmón y el corazón de la isla, patrimonio de la humanidad y reserva de la biosfera", y remataba "hace falta que la gente se despierte".

García lo tiene claro: "Sé que este incendio pasará y vendrán otros, nosotros somos los responsables del poco amor a la naturaleza". Y afirmó con rotundidad y claridad, "me duele mi gente, la población canaria, porque lo pasamos mal".

Durante el incendio, esta vecina reconoció que "era testigo, no dormí en los tres días, todo el tiempo estuve pendiente y cuando se puso feo... las llamas llegaban a unos niveles... y en ese momento vi que de cara a la población esto se ponía mal", y también, recordó que "cuando yo era pequeña había incendios pero no llegaban a estas catástrofes. Y tengo 60 años". "Con las características que reunimos y la experiencia de los incendios, poco a poco, vamos sumando puntos para un desastre medioambiental", sentenció, mientras recordaba "cómo el agua vertida por los helicópteros se evaporaba y no llegaba al suelo".

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