De las seis pateras que han arribado durante este fin de semana a las costas de las islas de Lanzarote, Fuerteventura y Gran Canaria, tres lo han hecho al litoral moganero. Allí, en el puerto de Arguineguín, se acumulan desde hace meses hasta doce embarcaciones de diferentes tamaños, la misma situación que se reproduce en Maspalomas, donde otra docena de cayucos ocupa espacio público. Olvidados.

Ya lo avisa la Cofradía de Pescadores de Arguineguín: las administraciones públicas se lanzan la pelota de una a otra mientras las pateras acumulan basura, desprenden malos olores y causan un impacto visual que afecta a la imagen de los dos municipios turísticos de Gran Canaria.

Desde ayer, en el puerto de Arguineguín se suman ya tres pateras más a las que se amontonaban hasta ahora. Apiladas en una esquina del muelle en montones de hasta tres alturas, las embarcaciones que han llegado en los últimos meses hasta Gran Canaria con decenas de inmigrantes a bordo empiezan a suponer un grave problema de salud pública y de seguridad ciudadana, puesto que un leve movimiento puede provocar que caigan sobre los viandantes que transitan por la zona. Pero siguen en el limbo administrativo y ninguna institución ha movido ficha para decidir qué hacer con ellas.

En ocasiones, se da la circunstancia de que las embarcaciones no pueden ser retiradas porque sobre ellas pesan medidas judiciales, ya que pueden constituir en sí misma una prueba de cara a la celebración de un juicio si hubiese que investigar el fallecimiento de alguno de sus ocupantes. Pero no es el caso, según han informado fuentes conocedoras de esta problemática.

Las que se encuentran acumuladas en el puerto de Arguineguín presentan malas condiciones de salubridad. Están llenas de restos orgánicos, plásticos, bidones, mantas y hasta de la ropa que vestían los ocupantes de la patera durante su periplo hasta tierra. Igual que ocurre en las doce embarcaciones que se encuentran apiladas en una parcela municipal ubicada detrás del mercado de Maspalomas, en el municipio de San Bartolomé de Tirajana. En algunas, incluso, se han llegado a ver pequeños roedores como ratas.

En el caso de Arguineguín, la Cofradía de Pescadores ha mostrado su descontento por que las administraciones públicas no hayan actuado para erradicar esta problemática. De hecho, explica el secretario, Paco Jiménez, temen un episodio de contaminación del mar si, como asegura ha ocurrido en alguna ocasión, alguna patera se hunde, ya que no ha sido desinfectada.

En Arguineguín, fuentes vinculadas a la empresa concesionaria de la gestión del puerto aseguran que la compañía está a la espera de que "algún organismo competente" se pronuncie al respecto, decida qué hay que hacer y ofrezca las indicaciones necesaria para deshacerse de las embarcaciones.

En San Bartolomé de Tirajana, el Ayuntamiento está a la espera de decidir qué hacer con ellas. Por ahora, han donado una al IES Faro de Maspalomas para un proyecto de integración y valora colocar una en una rotonda "para mostrar la realidad del municipio", explicaron fuentes municipales. En esta localidad, en otras ocasiones se han utilizado estas pateras para que los bomberos realicen prácticas para extinguir incendios. También la Corporación se ha desprendido de ellas enviándolas al vertedero, donde paga 53 euros por tonelada de residuos urbanos. Ahora vuelven a acumularse y no se toman medidas. Y más que se van a acumular.