El Consistorio de Gáldar prevé una actuación en el entorno de las troneras de la calle Drago que no afecte a estos bienes etnográficos pero que mejore la movilidad de personas por la zona. Algunos vecinos habían mostrado su preocupación por las obras que pretende acometer el Ayuntamiento, pero este aseguró ayer que lo que se busca es "poner en valor" ese espacio y que "solo" se demolerá una de ellas, lo que ha contado con el beneplácito de la Oficina de Patrimonio del Cabildo.

El pleno del mes de enero de la corporación municipal decidió por unanimidad modificar parcialmente el Plan General de Ordenación en la ficha A. II-B 12-E para posibilitar que estos elementos sean reubicados en la misma parcela y que, de esta forma, se puedan acometer tareas de reforma de la vía para ampliar las aceras y mejorar la movilidad de la zona, en la que hay un colegio y un instituto.

El concejal de Movilidad, Heriberto Reyes, indicó que las troneras no son un Bien de Interés Cultural, sino bienes etnográficos y que, por tanto, "la ley permite, si es por razones de interés social y público, el traslado". En ningún caso, apuntó, el Consistorio se plantea "llegar con un tractor y demolerlas, sino ponerlas en valor". Tras aprobarse en pleno, se prevé que los trabajos puedan comenzar en uno o dos meses.

La idea de la corporación local es crear una plazoleta en la que se instalen unos paneles explicativos en los que se cuente la importancia de estas infraestructuras y su vinculación con la historia de Gáldar. "Vamos a hacer como una plaza casi a la cota de las troneras, para que la gente pueda parar, sentarse, leer los trípticos", aseveró el edil.

Para ampliar las aceras, se tendrá que trasladar tres de las nueve cantoneras que hay en el lugar, ya que las otras seis no afectan a la obra. Según Reyes, el informe del Cabildo asegura que dos de ellas se pueden levantar en peso y transportarlas a otro lugar de la misma parcela, mientras que en una la mejor opción sería demolerla para luego reconstruirla al lado de las otras. Además, se instalará un circuito con tuberías y unos depósitos para mover agua a través de las troneras en una especie de fuente.

El Consistorio norteño solicitó una subvención en base al programa de Zonas Comerciales Abiertas para actuar en el cruce de las calles Drago y Doramas. Con el dinero se pretendía ampliar el ancho de la vía para disponer dos aceras de metro y medio cada una, puesto que hasta el momento solo había una de 50 centímetros en el lado izquierdo. "Yo creo que el 99,9% de la población está de acuerdo", sostuvo Reyes.