El pueblo de Tunte cerró ayer sus fiestas del almendro en flor con una jornada dedicada a la agricultura y la artesanía. El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana celebró la sexta edición de esta feria con el reconocimiento a la ganadera María Jesús Cazorla, o doña Susa, como la conocen todos en el municipio. "Es una mujer que tiene una gran trayectoria; se desvive por sus animales", aseveró la concejala del área, María Ángeles Rodríguez. Tampoco faltó un reconocimiento póstumo a Vicente Santana, personaje emblemático de la zona que se dedicó a la agricultura durante muchos años.

El casco histórico aúno desde primera hora una quincena de puestos en los que se exhibió una buena cantidad de material artesanal como cerámica; muebles de madera; jabones, entre otros elementos. Tampoco faltó la venta de productos gastronómicos locales como el vino, la miel, las aceitunas, el pan de leña o el aceite. "Me ha sorprendido muchísimo la participación", aseguró emocionada la edil. Entre los visitantes de la fiesta se encontraba el grupo de migrantes menores acogidos en la residencia escolar Las Lagunas.

Por otra parte, uno de los eventos de las jornadas que más éxito cosechó fue la cata de vinos en la que participaron las dos bodegas representativa del municipio; la bodega de Tunte y la de Las Tirajanas, que dieron a probar a los vecinos y foráneos que visitaron la zona sus vinos ganadores en la Cata Insular de Gran Canaria del año pasado. La rondalla Asentados y Tumbados amenizaron la mañana, hasta que se dio paso a la verbena del mediodía que clausuró definitivamente las fiestas al ritmo de los éxitos musicales que cantó el solista Yeray Socorro.

Caminata suspendida

El Ayuntamiento tuvo que suspender la caminata prevista para el sábado por la negativa del personal municipal a trabajar en el evento. La razón es que los trabajadores acordaron durante la semana que no volverían a realizar horas extras hasta que no les abonen las adeudadas desde hace siete años. El evento consistía en una ruta de unos siete kilómetros desde el pabellón de El Tablero hasta el casco histórico. Se trata de una de las actividades que más aceptación ha tenido en las últimas ediciones de la fiesta, siendo considerada como una tradición.