El incendio forestal iniciado el pasado sábado en la Degollada de Tasarte afectó a una superficie total de 1.064 hectáreas, de las que algo más de la mitad, 544 hectáreas, están dentro de la Reserva Natural Integral de Inagua, uno de los espacios protegidos de Gran Canaria con mayor número de endemismos.

Los datos provisionales del siniestro, una vez que los equipos de extinción han podido acceder a todas las zonas del incendio, señalan que el perímetro del incendio alcanza los 22,5 kilómetros, repartidos entre los municipios de La Aldea, Tejeda y Mogán.

Tras cuatro días de batalla contra las llamas en condiciones muy duras por la calima y los fuertes vientos, el incendio quedó controlado en la mañana del miércoles, pero los equipos de extinción del Cabildo siguen trabajando en el interior de Inagua porque quedan puntos calientes que podrían tardar semanas en quedar totalmente extinguidos.

Durante la noche del miércoles se detectaron una treintena de esos puntos calientes y al amanecer otra decena, por lo que en los puntos más próximos al perímetro se desplegaron los equipos de tierra, las unidades Presa y Bravo del Cabildo , apoyados desde el aire por el helicóptero del Gobierno de Canarias.

"Se realizan labores de vigilancia y actuaciones en las proximidades del perímetro, lo habitual en estas circunstancias", señalaron los responsables de extinción, que precisaron que la prioridad fue salvar las vidas y las viviendas y, una vez a salvo la población, ahora se evalúan los dalos en la naturaleza.

Los agentes de Medio Ambiente pudieron llegar ayer a uno de los pinos centenarios de la reserva de Inagua y comprobaron que ha sobrevivido a las llamas. El presidente insular, Antonio Morales, declaró el miércoles que, "aparentemente", los daños en ese espacio protegido son menores de los que se temían, aunque habrá que esperar a las evaluaciones de los biólogos y los técnicos forestales. En Inagua se reproduce el pinzón azul, un especie endémica en peligro. La desaparición de la calima y la bajada de las temperaturas facilita las labores de extinción, pero aún no ha llovido en esa zona de la isla de Gran Canaria.