Una de las consecuencias positivas que ha traído el confinamiento decretado para frenar la pandemia de coronavirus en el mundo ha sido la importante caída de partículas nocivas que se vierten a la atmósfera. Las grandes ciudades del planeta se han desprovisto, en su mayoría, de las espesas nubes de contaminación que las encerraban y les impedía ver el horizonte. Este lunes, desde Las Palmas de Gran Canaria era posible ver toda la cumbre de la Isla, con el Roque Nublo en el centro geográfico, de una manera nítida.

El respiro que le ha dado al planeta la falta de actividad en la mayoría de países del globo ha hecho que los índices de polución hayan caído a valores que no se habían visto en muchos decenios. Esta situación provoca que puntos que antes no se divisaban tan fácilmente, ahora parezcan mucho más cerca y formen parte del paisaje. Así le ocurrió a Ángel Zurdo Martín, un vecino del capitalino barrio de La Isleta, que ha sacado este lunes varias fotografías desde su vivienda en las que se podía apreciar la cumbre, con las instalaciones que las Fuerzas Armadas tienen en el Pico de las Nieves o el Roque Nublo más cerca que nunca a vista de pájaro.

Zurdo Martín explica este hecho en "la importante mejoría que tenemos en la calidad del aire" gracias a la "reducción de la emisión de gases contaminantes". Para sacar estas fotos, advierte, no utilizó ninguna potente máquina fotográfica, sino su pequeña cámara compacta. De ahí que las fotos "pierdan resolución al acercar el zoom óptico", agrega. También ayudaron las condiciones atmosféricas, con cielos despejados en gran parte de la vertiente norte de Gran Canaria en las primeras horas del día. Parece que, a pesar de todo, es posible sacar algunos efectos positivos del coronavirus.