- Este parece un cargo hecho a su medida: es Técnico Comercial y Economista del Estado; pero le va el medio ambiente, la ecología... Ha sido consejero regional de Comercio, concejal de Urbanismo de Las Palmas de G. C.... y además tiene fama de buen negociador.

- Lo único decisivo es la buena voluntad de los miembros del Consorcio para tirar para adelante, y que se crea en este proyecto, que es muy importante para Gran canaria.

- Uno de los problemas que se han planteado, y que le costó el cargo a su antecesor, son los celos por parte del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana. El Consorcio tiene dinero y está ocupando muchas primeras páginas.

- Hombre, el Ayuntamiento está colaborando, completamente, ¿eh?, completamente, y yo creo que en estos momentos todo el mundo es consciente de que hay que hacer una apuesta por buscar la excelencia en el sector turístico. Con 125.000 parados en Gran Canaria, lo que tenemos que hacer es trabajar para dejar nuestras infraestructuras al nivel que demandan nuestros visitantes.

- Efectivamente. El Sur, San Agustín, Playa del Inglés, Campo Internacional, tiene unas infraestructuras hechas un desastre, mal cuidadas, con muchas carencias.... Una vergüenza. Eso, que ahora ustedes tratan de arreglar con este plan de choque, es resultado de la desidia o la incompetencia municipal; nadie puede decir lo contrario.

- El tema es más complicado. O sea, los municipios turísticos tienen que ser entendidos como nuestros principales polígonos industriales, que albergan a nuestra principal industria que es el turismo, a eso me refiero, que genera el 36 por ciento del empleo y el 96 por ciento de nuestros ingresos exteriores....

- Por eso decía que es bueno que sea usted también economista; para comparar cifras.

- Bueno... La gestión de un polígono industrial turístico es un tema bastante complejo. Hay elementos de atracción de inversiones, de creación de oferta especializada, de animación.... es una actividad económica que cada vez exige más sofisticación, y nosotros hemos tenido la suerte de tener un buen diseño inicial del producto en los años setenta, pero la competencia está caminando muy rápidamente y no hay que echar las campanas al vuelo por esta buena situación coyuntural.

- ¿Se refiere a la repentina avalancha que llega al Archipiélago desviada por los conflictos en Túnez y Egipto?

- Por supuesto, no hay que olvidar que nosotros desde el año 2000 estamos perdiendo turistas y competitividad; ahora tenemos un repunte, pero están apareciendo destinos nuevos con infraestructuras y hoteles espectaculares en muchas partes del mundo. Eso nos exige calidad, excelencia y competitividad para poner en valor nuestros recursos naturales, nuestro clima, nuestro paisaje, nuestra cercanía a Europa...

- O sea, que habrá que tener prudencia.

- No podemos pasar de la depresión a la euforia en un minuto. Hay que adecuar nuestra planta alojativa e infraestructuras, y nuestro ocio, a las verdaderas demandas del turista del 2011, y anticiparnos a las demandas que tenga el turista del futuro, para realmente estar en la competencia. Por poner un ejemplo, un Seat 127 sin airbag y sin cinturón de seguridad era un excelente coche hace 25 años. Pero hoy es absolutamente necesario el airbag, cinturones de seguridad, inyección electrónica y muchísimas cosas más para poder vender un coche en el mercado internacional. Pues el producto turístico es similar; y eso nos obliga a ir cambiando e innovando, en el producto y en las formas de gestión del negocio, en la comercialización, en los costes...

- Volvamos al 'polígono industrial'. ¿No sería necesario replantearse el modelo de los ayuntamientos turísticos? Desde hace treinta años se habla de ello. El problema es que los intereses y las luchas de los barrios y clanes prevalece sobre el interés del negocio turístico.

- Es un tema interesante, y alguna fórmula habrá que buscar para implicar más a la parte empresarial en la gestión de un producto turístico que es cambiante en el tiempo, y que tiene que adaptarse a una demanda también cambiante. Para explicarme: los cambios van muy rápidos, y la dinámica administrativa tiene otra velocidad. Estos cambios hay que hacerlos igualmente de la mano de los agentes económicos.

- Me refiero a que muchas veces se tarda mucho más en un pleno en discutir sobre cuestiones vecinales que sobre el negocio que mantiene toda la actividad económica de la Isla.

- Es que habría que aumentar la conciencia de qué es lo que nos da de comer realmente, y hasta la fecha, por la sociedad canaria en general, se ha demonizado al sector turístico acusándolo de destrozador del territorio y que todo el dinero se va para afuera; y eso es mentira. En Gran Canaria el suelo turístico de San Bartolomé de Tirajana y Mogán no es sino el 2,17 % del territorio de la isla, y más de un 40% de lo que se gasta el turista se queda en Canarias. El resto es el avión, la agencia, el turoperador.... Pero el porcentaje que nos queda aquí es altísimo. Si lo comparamos con un vendedor de coches, también el que fabrica el coche solo se queda con un cincuenta por ciento del precio del auto, el resto es margen del mayorista, margen del distribuidor, la publicidad...

- A nadie en su sano juicio se le ocurriría que, por ejemplo, El Corte Inglés descuidara sus escaparates como muchos municipios turísticos descuidan el suyo.

- Sí, es falta de concienciación, de que dependemos de ellos, de nuestros clientes, y que si se van nuestros clientes, tendríamos que emigrar porque no hay actividades económicas alternativas a corto y medio plazo. Es curioso cómo nos ha ido de bien el turismo desde hace cincuenta años, que casi pensamos que es una actividad que hagamos lo que hagamos no pasa nada; pero no es verdad. El turismo se mueve hacia otros destinos si no lo tratamos bien.

- Se ha hablado de hacer un botánico en el palmeral...

- No exactamente; ya es en parte un botánico de flora canaria, plantada en su día por gente del Jardín Canario, y por Jaime O'Shanahan y lo que se pretende es mantener la flora que había en la zona, unas especies endémicas, vallar el parque y mantenerlo posteriormente, para que sea un lugar fantástico, atractivo, donde poder recrearse y pasear y leer entre fuentes y arboles.

- Para eso sería bueno no tener los olores de la depuradora, que ahuyentan a los clientes de los hoteles de lujo. Muchos han salido espantados, y eso es una propaganda fatal.

- La están arreglando; hay una dificultad de bombeo, y espero que quede solucionado en poco tiempo.

- Empresarios y turistas, algunos muy importantes, de revistas del corazón o de economía, se quejan de los ruidos, los malos olores, y los mosquitos como helicópteros que se producen alrededor de estas instalaciones.

- Según me han contado del Cabildo, están tratando con insecticidas de baja intensidad para no afectar al entorno el problema de los mosquitos, que cuando llueve se desarrollan en todas las charcas del barranco. Cuando el barranco de Maspalomas era de tierra el agua se filtraba; al ser ahora el cauce de cemento, se forman charcas...

- He leído que el Consorcio va a reponer las hamacas y sombrillas. Pregunto: ¿esto no es responsabilidad de los concesionarios? Es como si a un hotel el Consorcio le pusiera colchones nuevos.

- No. El servicio ahora está municipalizado...

- Razones....

- Y se quiere sacar a concurso por un año, porque es el que permite la actual legislación. Como era imposible que un concesionario comprara hamacas y sombrillas nuevas por tan poco plazo de tiempo, se decidió comprarlas y entregárselas al Ayuntamiento, y de esa forma el Ayuntamiento puede sacar más dinero, y habrá más concurrencia en la licitación.

- Un estudio dice que las dunas pudieron ser provocadas por el tsunami que originó el terremoto de Lisboa.

- Lo que parece que dicen algunos estudiosos es que hay una parte de las dunas bastante reciente, de pocos siglos, y que con anterioridad había menos arena, y el barranco de Maspalomas tenía un delta más amplio...

- Con más mosquitos...

- Bueno..., sí, claro. Lo que parece cierto es que estamos perdiendo unos 45.000 metros cúbicos al año, de media, y que es necesario volver a recoger esa arena que se ha perdido por un pequeño precipicio submarino, de unos treinta metros de profundidad, en la llamada Punta de la Bajeta, y volverla a meter en el sistema, para recuperar el esplendor que tenían las dunas hace 30 años. Hoy, gracias a Dios, la tecnología lo permite sin grandes dificultades, aunque por supuesto, tomando todo tipo de precauciones para que el sistema se regenere por sí solo. Es de alguna forma, proteger la dinámica natural del sistema, con una pequeña ayudita.

- En varias ocasiones, la orilla ha quedado sin arena, y cada vez se ha dicho lo mismo, que nunca había pasado nada igual, y al cabo de unos meses, vuelve la arena a tapar las piedras.

- Es verdad, pero es un sistema natural en el que los tiempos de sur descarnan la playa y los tiempos del norte la vuelven a regenerar. Pero en ese ciclo vital hay unos 45.000 metros cúbicos de arena que no entran en el sistema porque caen por ese pequeño precipicio de que le hablo, y con el paso de los años el sistema se va debilitando.

- Medicina naturista, como quien dice. Por cierto, pretender quitar los camellos, que son un atractivo indudable, para proteger las dunas, parece una extravagancia en un asunto tan complejo.

- Quizás haya que reordenar el uso, pero las dunas son un alimento turístico de primer orden y hay que regular con mano izquierda los usos para no matar la gallina de los huevos de oro, y al mismo tiempo, preservar en lo posible este espacio tan singular.

- Para la competitividad y la atracción de nuevos clientes, numerosos expertos dicen que es fundamental aumentar los atraques deportivos, hacer la marina de Meloneras, agrandar las ya existentes, hacer un embarcadero, como el que había en la época de los tomates, en el faro... ¿Es posible?.

- Hombre, yo creo que los deportes marinos son una de las grandes líneas de demanda de turistas de hoy y del mañana; no hay sino que ver las decenas de miles de barcos deportivos en Europa y en Estados Unidos, propiedad de la clase media que debe ser nuestro cliente potencial. Turismo de alto nivel hay poco, entre un 3 y un 4 por ciento, y nosotros debemos apuntar por una clase media y media alta, e ir subiendo peldaños poco a poco.

- Es decir, que está de acuerdo.

- Las cosas hay que hacerlas bien, por supuesto, pero en principio el turismo náutico es uno de los grandes nichos, junto con el turismo deportivo, el de golf, el ciclismo, el senderismo, la gastronomía, el turismo de salud, el turismo idiomático....

- Otro de los proyectos del consorcio es aumentar las zonas arboladas, las peatonales, y ponérselo más difícil a los coches. ¿Esto es así?

- En algunas zonas, sí. Los estudios que se han hecho dicen que los turistas lo que quieren es caminar, y mejor con sombra, y una parte del viario de Playa del Inglés tiene unas aceras de 70 centímetros con una farola en medio que no cabe ni un cochito de niño, ni mucho menos una silla de ruedas, ni mucho menos una bicicleta... y luego hay cuatro carriles. Se pretende en muchos casos ganar un espacio para el peatón y el ciclista, para hacer una serie de circuitos amables, y que haya más calidad de vida para nuestros clientes, que demandan caminar y montar en bicicleta. Queremos hacerlo de forma tranquila y progresiva.

- Sin embargo, los aparcamientos son básicos para el turismo local, sobre todo.

- Claro, pero una gran parte de los coches también según los estudios, son de los empleados que trabajan en los hoteles y comercios, y en algunos sitios habrá que ver si es más importante que los turistas estén a gusto a que lo estemos nosotros.

- A veces los árboles no dejan ver el bosque; me refiero a que puede ocurrir que la solución al declive de las zonas obsoletas, donde se concentra el mayor número de apartamentos, puede ser la concepción de esos establecimientos. Los apartamentos han sufrido un duro golpe 'sociológico' en los últimos años; las familias prefieren hoteles todo completo; las mujeres no quieren seguir trabajando en vacaciones...

- En algunos casos sí, pero es curioso porque vuelve a haber un turismo de familia que no puede permitirse el lujo de un hotel o que prefiere la intimidad y el poder ahorrar algo de dinero. El público joven es también partidario de los apartamentos; ha habido un aumento de la demanda, eso sí, en los apartamentos y bungalós que se han reformado. Lo que no es posible es alquilar a buen precios complejos abandonados que no han reinvertido en mantenimiento etc. Y hay fórmulas mixtas que están trabajando algunos complejos como dar servicios de hotel, como comidas, poniéndose de acuerdo con restaurantes de la zona y ofertando animación.... Es decir, empieza a despertarse la imaginación.

- Los bungalós de Campo Internacional y el Inglés pueden ser una salida para residencias de mayores, que tendrían un clima excepcional todo el año... Un poco como Florida para los norteamericanos. Pero no solo para turistas de edad, sino para los propios mayores locales.

- Sí, sin duda ninguna yo creo que la Ley de Medidas Urgentes debería posibilitar que algunos complejos se transformasen en esa línea de negocio; a mí me da la impresión de que el Sur tiene unas posibilidades extraordinarias para que surja una ciudad más compleja y más variada que la que tenemos, y donde se mezclen de una forma pacífica actividades de ocio, salud, tercera edad, jóvenes, familias... yendo a lo que se llama hoy día economía de nichos, como ya de hecho existe, con segmentos de tercera edad, con segmentos gay, segmentos de familia... y con hoteles donde no se admiten niños.

- Ni perros...

- Ni perros.

- Desafíos inmediatos y próximos del Consorcio.

- Primero, terminar este programa de obras a corto y medio plazo, unos 30 millones de euros, para darle confianza al sector y que vea que el tema se mueve. Pero el reto es intentar que el sector apueste por renovarse, tanto desde el punto de vista físico, de infraestructuras, como definir nuevos modelos de negocio que incluye a qué clientes quieren ir, como comercializar el producto y por supuesto cómo transformar los centros comerciales y los centros de ocio. Hay que conseguir que el Sur vuelva a ser una tierra de oportunidades, donde se cree empleo de una forma estable.

- Estamos en la recta final hacia unas elecciones municipales a cara de perro. El Ayuntamiento está en quiebra; ustedes tienen dinero fresco. ¿Influirá esto en las relaciones del Ayuntamiento con el Consorcio?

- Espero que no, espero que no. Estamos intentando ser lo más transparentes posible, y hacer las cosas muy negociadas, muy consensuadas. Con el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana tenemos unas relaciones magníficas de cooperación.