Una nueva oleada de medusas, en concreto de la especie fragata portuguesa, volvió a invadir el pasado fin de semana buena parte del litoral norte, este y sur de Gran Canaria. Miles de especímenes fueron avistados en varias playas durante las jornadas del sábado y del domingo, provocando incidentes entre los bañistas que acudieron a las calas de Sardina del Norte (Gáldar), Las Canteras (Las Palmas de Gran Canaria), Playa del Hombre (Telde) y El Pajar, en la linde entre los municipios de San Bartolomé de Tirajana y Mogán.

Así, sólo en lo que atañe a la playa de Las Canteras, el personal de Cruz Roja Española prestó un total de 44 servicios en las 16 horas en las que estuvo operativo su puesto. Según Juan Antonio Corujo, jefe de los servicios preventivos acuáticos de la mencionada ONG, la presencia de estos organismos marinos en esta época del año se debe tanto al cambio de estación como al hecho de que en estos días se haya producido un aumento de las corrientes marinas. "No vienen a la costa a buscar alimento, sino que son arrastradas", especificó a este rotativo.

El aumento de los ejemplares en la principal playa de la capital se constató de manera especial en la zona de La Cícer, donde se izó la bandera que alerta de la presencia de estos animales junto a la amarilla que recomendaba precaución a la hora de tomar el baño. Igualmente, los servicios de megafonía dieron cuenta de su presencia de forma reiterada, tanto el sábado como el domingo. El personal de Cruz Roja atendió a 22 personas por picaduras en cada uno de estos días, aquejados de importantes urticarias.

Corujo añadió que los voluntarios se dedicaron a retirar con sumo cuidado el rejo de las medusas de la piel de los afectados y a tratarlas a continuación con agua de mar o suero fisiológico para mitigar sus efectos.

Bañistas

En Playa del Hombre (Telde) también se dio la voz de alarma en la tarde del domingo, aunque en este caso no se hizo necesaria la toma de ninguna medida cautelar al tratarse de una cala poco transitada por los bañistas, a excepción de los amantes del surf y el windsurf, según avanzó el concejal delegado de Playas en Telde, David Ernesto Halaby.

Aún a media mañana de ayer, con la bajamar, era posible encontrar sobre la arena media docena de pequeños ejemplares de fragata portuguesa sin vida. El hecho de que esta sea una de las calas de la costa oriental más abiertas al mar también influyó sobremanera en la proliferación de estos ejemplares.

Por último, tanto en Sardina de Gáldar como en El Pajar, entre San Bartolomé de Tirajana y Mogán, se detectó una importante afluencia de medusas.

El fenómeno registrado este fin de semana trajo a la mente de muchos lo sucedido a mediados de marzo, cuando una pequeña plaga de aguavivas obligó a cerrar al baño una parte de Las Canteras, a la altura de la Cícer. En esta ocasión, no fue necesario llegar a este extremo.

La medusa de la especie fragata portuguesa, también conocida como carabela portuguesa (Physalia physalis), agua mala o botella azul, es una especie de hidrozoo sifonóforo de la familia physaliidae que se suele encontrar en mar abierto en todas las aguas cálidas del planeta, en especial en las regiones tropicales y subtropicales de los océanos Pacífico e Índico, así como en la corriente del golfo atlántica.

Quemazón y laceraciones en la piel son los efectos secundarios que generalmente suelen aparecer tras su picadura. Como remedios caseros, hay quienes utilizan orina o vinagre rebajado con agua para mitigar este dolor.