El Ayuntamiento aprobó ayer dos modificaciones presupuestarias, una de 887.000 euros y otra de 9.788.000 euros, para pagar 1.456 facturas a proveedores pendientes entre los años 2017 y 2020. Y aunque contó con el visto bueno de todos los grupos, el debate para su aprobación no estuvo exento de discusiones entre el cuatripartito y la oposición.

Sofocado el debate, el Pleno dio luz verde por unanimidad al cambio de nombre del pabellón municipal de San Fernando para llamarse Pabellón Municipal Víctor Miranda, en homenaje al jugador del Maspalomas Sol Europa , fallecido en diciembre.

La alcaldesa, Conchi Narváez, defendió la gestión de su equipo durante casi dos años de mandato para pagar «facturas que dejó sin abonar el gobierno anterior», la portavoz de PP-AV, Elena Álamo, acusó al cuatripartito de «vender humo e intentar ocultar la realidad a los vecinos porque con las modificaciones presupuestarias no se hace otra cosa que dotar de dinero a las partidas presupuestarias y que luego se revise cada factura hasta que se proceda a su pago».

Álamo criticó que el cuatripartito «intenta confundir diciendo que son pagos de la gestión del gobierno anterior, pero realmente lo que se va a pagar es el funcionamiento diario del Ayuntamiento».

Narváez, por su parte, aludió a la herencia recibida. «No me puede decir que me ponga a trabajar porque lo único que hago es resolver todo lo que PP-AV dejó, a mi no me da clases de nada; le recuerdo que un volumen alto de las facturas son grandes contratos vencidos y sin cobertura jurídica».

«Claro que hay contratos caducados y hay que renovarlos. A nosotros nos cogió la nueva Ley de Contratos y en ese tiempo se vencieron algunos, pero estuvimos trabajando en los pliegos para sacarlos a concurso y ustedes tan solo tenían que seguir impulsándolos», espetó la popular Elena Álamo, quien puso como ejemplo el pliego del alumbrado público. «Solo tenía que sacarlo pero no lo hizo porque lo redactó PP-AV».