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Ricardo Guerrero Catedrático y director del máster en Energías Renovables de la Universidad de La Laguna

Ricardo Guerrero: «La ecoísla solo será posible si se pone al ciudadano al frente de la transición»

«Con un 30% de las cubiertas con energía fotovoltaica se lograría que la Isla sea autosuficiente», dice el director del máster en Energías Renovables de la ULL

Ricardo Guerrero, ayer, en el campus del Obelisco antes de su conferencia. Juan Carlos Castro

Ricardo Guerrero Lemus es Doctor en Física y catedrático de la Universidad de La Laguna, en donde dirige el máster en Energías Renovables. Es un firme defensor del autoconsumo como forma de lograr la eficiencia energética. Ayer intervino en una conferencia-debate en el campus del Obelisco de la ULPGC sobre el proyecto de Chira-Soria y el modelo de transición energética que sería necesario para Gran Canaria.

¿Qué modelo energético cree que podría ser el más indicado para implantar en Gran Canaria en este periodo de transición?

Tuve la oportunidad de explicar a grandes rasgos qué modelo energético entiendo que es el más adecuado para Gran Canaria. Primero he de decir que soy un firme partidario del autoconsumo y su potencial. Gran Canaria tiene unos 53 kilómetros cuadrados que a mí me gusta llamar de cubiertas ociosas, porque casi todas están totalmente inutilizadas desde un punto de vista energético. Si miramos cuánto requiere la Isla para su consumo eléctrico, que son unos 3,4 teravatios/hora, y miramos esa superficie que tenemos disponible, quedándonos solo con un 30% de la misma porque hay muchas cubiertas que no sirven y mucha gente que no va a querer, es suficiente para prácticamente autoabastecerla. Hay una magnífica oportunidad.

Y ello también supondría un ahorro para los bolsillos de las personas.

Sí, cogiendo el precio medio de electricidad que España le da a la Agencia Internacional de la Energía, y hacemos un cálculo en función de los teravatios que se consumen en Gran Canaria, podemos concluir que, anualmente, la ciudadanía de la Isla podría ahorrar unos 800 millones de euros a la hora de pagar su factura eléctrica. Ahora mismo, estamos en un momento de transición en el que la producción de energía está pasando de unas manos a otras manos... Quiero que en Gran Canaria, de esos 800 millones de euros la mayoría se queden en Gran Canaria, es una apuesta segura, una inversión demostrada y rentable. No es echarle una carta a los Reyes Magos, sino apostar por una tecnología que dura un mínimo de 25 años y viene acompañada de un torrente de subvenciones, que tienen que vehiculizarse adecuadamente. También dije que la generación centralizada es algo del pasado, la generación va a ser distribuida. 

El problema de que Canarias no avance, ¿es de mentalidad, de voluntad política, de desconocimiento de la población?

Hay que reconocer siempre que la población no reúne los conocimientos necesarios en esta materia, esto es así y tratar que sea de otra forma es una entelequia, pero los que tienen la obligación de adaptarse a la nueva regulación europea, deben cumplirla. No solo no estamos adaptando esas medidas, sino que encima en algunos casos estamos pidiendo una excepción, como en el de Chira-Soria. Algunas veces nos hemos quedado descolgados de la UE, y no podemos quedarnos colgados de la transición energética. 

Cuando se refería a que si hay problemas te tienes que quedar, ¿tiene que ver con que en los huecos de tensión tiramos de las convencionales?

También lo que ocurre es que nuestras plantas de generación convencional, cuando se diseñaron, no lo hicieron para el nivel de renovables que tenemos ahora. Esas plantas necesitan unos márgenes de funcionamiento para poder responder a fluctuaciones de las renovables, que si fueran máquinas más modernas podrían permitir más penetración. Hay muchísimo trabajo que hacer, pero Canarias son seis sistemas eléctricos y una forma de entender el abastecimiento energético diferente al que hay en la Península y en Baleares. Hay que hacer un esfuerzo enorme para que se acuerden de Canarias, porque solo es el 5% del pastel. Red Eléctrica debe seguir operando el sistema, pero de forma evidente, y debe haber una eléctrica que dé un respaldo final. Como suelo decir, nuestra comercializadora eléctrica tiene que pasar de darnos suministro a darnos garantía de suministro, es como comprarte un seguro. La energía que compraramos a las eléctricas deberíamos empezar a llamarla «energía residual». 

«Con las renovables, la ciudadanía grancanaria podría ahorrar 800 milones en su factura eléctrica»

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El Cabildo de Gran Canaria puso sobre la mesa el hidrógeno como energía prioritaria para la Isla, para generar y almacenar, sobre todo, energía, ¿cómo ve esta opción?

Es necesario el combustible renovable, como le dije en un principio. El hidrógeno parece la opción a largo plazo, aunque tiene algunas dificultades en algunas aplicaciones, pero hay otras opciones que están ahí, como el metano, el amoniaco, el metanol... Porque la gran ventaja que tiene el combustible renovable es que se almacena en un espacio muy reducido de territorio, y nosotros tenemos un problema muy gordo con el territorio. Una solución no te la da ni la batería, ni el bombeo, porque tenemos problemas de almacenamiento estacional, en función de la época del año. Evidentemente, ninguna de esas opciones son la solución para la total descarbonización, debe ser el combustible renovable.

¿Es viable en estos momentos lo que plantea el Cabildo de Gran Canaria?

Una buena señal es que el lunes pasado salió el primer Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) del sector automovilístico para el tema de las baterías. En él se estipula que el porcentaje de dinero público que participa está en torno a un 25% del total, y creo que los proyectos deben permanecer en ese porcentaje de financiación pública, porque si se pide un 80-90% de financiación pública el mensaje que se está enviando es que no te crees tú mismo que esté maduro para ponerlo en marcha. Se vislumbra que el hidrógeno va a ser un gran elemento en la transición ecológica, pero más adelante. 

¿Cómo ve el proyecto del Salto de Chira en términos de utilidad, importancia y viabilidad?

Siempre digo que, medioambientalmente, quien debe opinar es la gente de Gran Canaria. Desde un punto de vista técnico, el bombeo es una tecnología conocida y robusta, por lo que nada que opinar. Desde un punto de vista económico, la impresión que da es que Red Eléctrica hará una inversión y después se la reconocerá el sistema eléctrico y se la pagará con intereses. Y da la impresión que lo pagamos todos los españoles, y quizás una parte salga de los presupuestos generales del Estado que se dedica a Canarias. Soy partidario de que respetemos la nueva regulación europea, que dice que si hay empresas capacitadas y con ganas de ser almacenadores, que se les dé la oportunidad porque es la mejor forma de asignar el dinero de forma eficiente. Si es cuestión de que entre más eólica offshore en Gran Canaria, pues que lo paguen los de la eólica offshore. Por encima de todo, defiendo el autoconsumo, no me gusta ver eólica offshore, o que se ocupen y taladren las montañas y barrancos. No empecemos la casa por la ventana.

Y en ese mensaje de ecoísla y de isla autosuficiente del que tanto hablan desde el Cabildo de Gran Canaria, ¿puede ser la Isla una punta de lanza como lo fue El Hierro en su momento?

Mientras pongan a los ciudadanos al frente de esa transición energética, mientras sea una ecoísla dirigida por los ciudadanos y que les beneficie, y si van a ser los ciudadanos los que podrán reducir su factura eléctrica y tener más capacidad de consumo y ahorro para otras actividades que generen economía, yo estaré siempre de acuerdo. Si es para pasar todo el sistema de unas pocas manos a otras pocas manos, no estoy de acuerdo. Sería ilógico porque lo que nos toca es reactivar la economía por la situación en la que nos encontramos. 

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