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Santiago abre camino

Santiago 2.0

Las administraciones tratan de dar contenido histórico a una nueva ruta que en los cinco siglos de advocación a Santiago jamás ha sido objeto de un peregrinaje arraigado

Certificación del paso del peregrino desde Maspalomas a Gáldar. | | LP/DLP

El camino de Santiago que proponen las administraciones para Gran Canaria tiene tantos atractivos naturales y culturales como falta de referentes históricos en una isla en la que es del común visitar al santo de cada lugar pero nunca, al menos hasta ahora, al mismo patrón de dos pueblos diferentes, y de hecho este es el tercer intento de implantar la ruta tras los realizados en 2010, así como en el anterior jacobeo de 2019, que fracasaron sin los impulsos de un Gobierno de Canarias hoy determinado a consolidar la marca.

Cruz en ruta. | | A.V.

Es el año 1965 cuando el párroco Abraham González Arencibia, en un éxito sin paliativos, logra para Gáldar de Pablo VI las indulgencias plenarias por tener la advocación a Santiago desde el 1 de julio de 1486, incluso antes de que Canarias pasara a la Corona de Castilla, una distinción que luego con el papado de Juan Pablo II, a petición del obispo Ramón Echarren, se hace perpetua además de extenderla a Santiago El Chico en Tunte, por lo que la excepcionalidad del hecho, de disfrutar de una indulgencia bajo la advocación de Santiago fuera del continente tiene un peso histórico de poco más de medio siglo. Un periodo en el que no cuajó una peregrinación masiva espontánea antes de este noveno año jubilar que se celebra en la isla.

Vista de Tunte. | | A.V.

Lo que sí existían, como explica el cura párroco de Gáldar, Manuel Reyes, son las peregrinaciones a Gáldar que se realizaban desde Agaete, Hoya Pineda, Las Palmas de Gran Canaria «y últimamente» desde La Atalaya de Guía, en la que incluso se escenificaban tres estaciones. Como en El Bardo, simulando el avistamiento de los peregrinos de las torres de Santiago, donde se grita Santiago y cierra España, «con cantos de júbilo». Un segundo en la ermita de San Sebastián, donde se encuentra el camino real de Gáldar en el que se recuerda al padre Claret cuando predicó en ese lugar, y una última estación en la propia calle larga, casi en las puertas del apóstol con las oraciones propias de la indulgencia. El sacerdote, ante esta diversidad de caminos, valora positivamente ese comienzo desde Maspalomas a Gáldar de última hora.

Vista del Roque Nublo, con Tenerife en el horizonte. | | A.V.

Estos intentos por implantar una tradición jacobea en la isla, más allá de la tradicional devoción por el patrón Santiago, tiene otros precedentes que, tangencialmente, muestran la falta de ella. Fue el caso del exconcejal de Gáldar, Ángel Ruiz Quesada, «experto cultural y artístico», que en 2016 publica Apuntes para medio siglo de año Santo Jacobeo en Gáldar, con un preámbulo del obispo Francisco Cases con sugerencias para el presente año jubilar en el que habla de implicar a los vecinos de Guía, con «un nexo que sirva para asentar durante todos los meses de todos los años una ruta turística de fe». En él describe el que considera como el camino de Santiago que parte desde el Albercón de la Virgen de Guía, para continuar por la carretera de La Atalaya y El Bardo-Becerril hasta llegar a Gáldar, donde prosigue por la calle Delgado hasta la plaza del Calvario, y la calle Domingo Pérez hasta las Princesas. Ruiz sugiere que «esta ruta jacobea debería convertirse en una gran calle peatonal con posibilidad de acceso rodado».

Un alto entre pinares. | | A.V.

Para rematar su propuesta se viene arriba, a la cima de la montaña que comparten los dos municipios, donde ubicaría una Cruz del Jacobeo de 38 metros de altura, que son los mismos metros del Cristo Redentor de Río de Janeiro, pero con dos bonus extra: la posibilidad de instalar un mirador en su base y camuflar el galimatías de antenas que preside el icónico monumento natural.

Por la banda sur también tiene su arraigo el caminar hacia el santo, pero tampoco con el nuevo rutómetro. El fin de semana anterior a la festividad de Santiago se celebra la denominada Bajada del Camino, que arranca de Cruz Grande a Tunte. El sábado se celebra la misa en El Pinar, donde se ubica la antigua ermita que acogió a la imagen en el siglo XV y así arranca el descenso con tocadores y bailadores durante unas dos horas en la más pura tradición romera isleña.

Esa festividad también recibía fieles de otras partes de Gran Canaria, sobre todo de las ubicadas en la sierra y trasierra. El cronista oficial de Artenara, José Antonio Luján, habla de los siete caminos de la ruta a Santiago, «de bastante predicamento. Los canarios anteriores a nosotros», detalla, «salían de sus lugares, de Lagunetas, San Mateo o Cruz de Tejeda y bajaban por La Plata hasta Tunte».

Esa población cumbrera pagaba promesas no tanto en Gáldar, como en Tunte, es decir, en sentido contrario al nuevo itinerario.

Para el montañero y senderista Manolo Cardona, la primera vez que tuvo constancia de un camino de Santiago como tal en Gran Canaria fue en 1990, cuando el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana publicó una guía de turismo rural y activo en dos ediciones. En la primera, en la que se habla de senderismo, «colaboré con los caminos de la cumbre, pero el Ayuntamiento puso a un señor de allí, un amigo del concejal de Turismo de aquellas fechas, de apellido gallego que habla por primera vez del camino de Santiago, pero que tampoco la hizo pasar por los senderos antiguos, sino por las pistas de jeep safari que llevan por la machacadora», pero que en cualquier caso no llegaba a Gáldar, sino que acababa en Tunte. Cardona abunda en que «son muchos los montañeros históricos, senderistas y depositarios de los valores que estamos sorprendidos y estupefactos de cómo naturaleza e historia se alteran para darle un carácter económico y empresarial a nuestro patrimonio».

En el lado de los promotores que defienden la tradición del camino sustentan que es una realidad desde hace más de 530 años, como asevera Ciprián Rivas, director General de Ordenación y Promoción Turística del Gobierno de Canarias. Para ello Rivas se apoya en las penalidades que sufrieron en el siglo XV unos marineros gallegos, paisanos suyos, que portaban una imagen de Santiago y que fueron sorprendidos por una tempestad, erigiendo a modo de promesa a la llegada a la isla la ermita del Pinar en la que depositaron al luego patrón de San Bartolomé de Tirajana.

De ahí que en la celebración el pasado diciembre de las I Jornadas dedicadas al camino de Santiago, Rivas sostuviera que la ruta isleña jacobea sea «el segundo camino más antiguo», solo por detrás del original, que se remonta a 1.200 años atrás.

El director general reconoce que hay personas y entidades que ven en estas postura un artificio basado en el mundo de la anécdota, «o que han visto que lo que estamos buscando es la elaboración de un producto turístico», para sentenciar que si realmente se convierte en ello debe cumplir «la normativa europea y los objetivos Next Generation».

Para ello, el Gobierno de Canarias ha iniciado una batería de acciones para darle contenido. Así, además de la reunión sostenida con el rectorado de la ULPGC en abril del pasado año para promover el estudio e investigación «del Camino de Santiago entre Volcanes», para vertebrar la ruta «desde un aspecto físico, de navegación y de la vía láctea, e imbricar a diferentes áreas y departamentos universitarios, desde Geografía, Historia, Economía, Turismo, Geología, Botánica, Antropología, Actividad Física y Deporte o Nutrición, entre otros», ya ha conseguido introducir la propuesta insular en el grupo de trabajo específico del Camino de Santiago del Ministerio de Cultura.

A eso se une, mediante el Ministerio de Cultura tratar de que Canarias entre en el Decreto 14/31 que regula la creación del Consejo Jacobeo.

También se ha logrado integrar en Tourespaña, con lo cual la ruta isleña figurará en el stand propio del Camino de Santiago, algo ratificado por la ministra y el Consejo de Estado.

Y más allá. Ya que se mantienen contactos con entidades europeas para su promoción.

A eso se añade, que bajo las mismas premisas, «existen» otros caminos de Santiago en Tenerife, La Palma y La Gomera, lo que abre un potencial inmenso, «ya que el mundo hay 1.200 millones de católicos».

Enrique Maya, vicepresidente de la Asociación de Municipios del Camino de Santiago, y alcalde de Pamplona, que intervino por videoconferencia en esas primeras jornadas, asegura que ser parte de la ruta «supone mucho, vamos a ser prácticos, (…) porque hay un turismo que va más allá del albergue, que va a la casa rural, a un hotel, a un restaurante, que hace sus compras (…), porque hay muchas formas de hacer el camino», para añadir que la capital navarra ha recibido a 90.000 peregrinos, lo que «supone unos grandes ingresos».

Maya concluye con un «quién me iba a decir a mí», que la isla de Gran Canaria tenía un camino de Santiago, por lo que recomienda «hacer un estudio bien hecho», porque en ocasiones «hay mucho interés comercial, muchos se inventan rutas. Muchos dicen que de cada pueblo sale una ruta, que se llegaba por algún sitio», pero que en cualquier caso, «una vez que todo esto tiene una base sólida llega el turismo, los ingresos, los albergues..., consecuencia de esa identidad cultural y religiosa que muchas veces se olvida».

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