El turismo activo ha crecido de forma sostenida en los últimos años motivado por el deseo de la población de volver a conectar con los entornos naturales. En Canarias, el sector emplea a unas 2.500 personas y ofrece actividades como el barranquismo o el coastering. «En las islas podemos practicar cualquier deporte de turismo activo del mundo, menos de nieve o aguas bravas», sostiene José Luis Echevarría.

Roque Nublo Turístico del Cabildo. ¿Cómo lo reciben?

Para nosotros es un gran impulso, una motivación enorme y es fruto del trabajo de muchos años. Desde Activa Canarias defendemos un modelo turístico sostenible; estamos dando servicios a pequeñas empresas que trabajan por que la isla tenga un desarrollo sostenible y por un modelo de turismo que diversifique las rentas, para que no se queden en una sola zona de la isla sino que viajen hacia el interior.

¿El turismo activo es solo deporte en la naturaleza o implica algo más?

Es complicado definirlo: son todas aquellas experiencias que se viven en contacto con la naturaleza. Muchas veces pensamos solo en actividades de adrenalina y no es así. Es mejor definirlo como turismo experiencial porque es también el que nos pone en contacto con la sociedad donde se realiza, como por ejemplo una actividad de senderismo interpretado, la visita a una quesería o la observación de estrellas.

Activa Canarias nació en 2003 pero no fue hasta hace poco cuando cobró un gran impulso, ¿por qué?

Nació por la inquietud de varias empresas del sector, muy atomizado por micro pymes y hasta ese momento la idea que teníamos los empresarios era de competencia. Pero empezó a surgir la necesidad de trabajar de forma conjunta para afrontar problemas comunes y sin embargo no hubo capacidad para generar un movimiento asociativo fuerte y se quedó estancada, hasta hace seis años que la gente empezó a querer realizar actividades de naturaleza. Los empresarios empezamos a tener otra madurez y nos unimos con un planteamiento mucho más profesional y es ahí cuando Activa Canarias empieza a trabajar de forma estable y a mover el sector del turismo activo en todas las islas. Uno de los primeros resultados fue que en 2017 en Canarias empezamos a tener una norma específica que regula el turismo activo.

«No podemos sobreproteger un espacio natural pero al mismo tiempo depredar otro»

¿En qué situación está el sector? ¿Cómo compite Canarias con otros destinos?

Es evidente que nuestro clima es el principal atractivo para el turismo, y también para el activo. En Europa hay centros importantes pero son estacionales en los meses de verano. Sin embargo, aquí podemos desarrollar estas actividades todo el año y eso nos abre un mundo de posibilidades tremendo. ¿Qué ocurre? Que hasta hace poco no se conocían las posibibilidades que tenían las islas para practicar turismo activo y ahora descubrimos que somos un paraíso para el trail, la escalada o el ciclismo. Por otro lado, el Covid supuso una puesta en valor porque de repente las actividades de turismo activo pasaron a ser objeto de deseo pues con el confinamiento estábamos deseando reencontrarnos con la naturaleza de una forma segura. Creo que ahora estamos en un gran momento, con la salida de la crisis del covid, y por la reflexión que hace la sociedad canaria de buscar un modelo sostenible que genere más ingresos.

José Luis Echevarría, presidente de la Asociación Canaria de Turismo Activo. ANDRES CRUZ

¿Qué ventajas tiene este modelo turístico y de qué forma es sostenible?

El turista distribuye mejor la riqueza. No se va a un complejo hotelero simplemente. El turista activo se aloja fuera de los complejos, alquila coche, consume servicios locales y así ayuda a mantener los municipios del interior y genera rentas que fluyen de la costa al interior. Además suele ser mas responsable con el medio natural.

Turismo activo vs. conservación medioambiental. ¿Cómo se conjuga?

Perfectamente. Las empresas tenemos una sensibilidad muy grande con el patrimonio natural y somos agentes que contribuimos a su conservación. En la práctica, cada vez que hay una problemática ambiental, tenemos compañeros que trabajan a pie de campo y saben dónde se produce un vertido o dónde se cometen infracciones. Somos los ojos de la Administración directamente en el medioambiente. Además, debemos cambiar el imaginario que tenemos al hablar de protección. Los primeros movimientos proteccionistas eran aislacionistas, pero el pensamiento ha evolucionado y el ser humano necesita usar esos espacios. Hay que buscar un equilibrio; no es más importante conservar el bosque de Inagua pero hacemos destrozos increíbles en la costa sur de la isla.

«En Canarias hay unas 800 empresas de turismo activo que emplean a unas 2.500 personas»

¿Qué se puede explotar en Gran Canaria y todavía no se ha hecho?

Muchísimo. Pero lo primero que tenemos que intentar gestionar es la utilización del medio natural. Tenemos muchos espacios naturales protegidos y debemos ser capaces de combinar las nuevas demandas turísticas y ciudadanas, que cada vez quiere disfrutar más de la naturaleza, con la gestión del suelo. Debemos buscar una convivencia de los usos y una vez que tengamos ese diálogo avanzado, habría que intentar generar una mayor oferta turística en el interior, pues eso permitirá a atraer más rentas al centro y a conservar el medio, pues es un turismo que no es depredador con el territorio.

¿Qué papel tiene este modelo en la recuperación económica y turística tras la pandemia? Hay en marcha un plan de reactivación del turismo activo.

Según datos de Promotur, dentro de la motivación de los turistas para venir a Canarias en 2021, el 44% lo hizo para explorar las islas. Y el turismo de naturaleza genera ya el 8% del Producto Interior Brutocanario. El Gobierno regional está apoyando al sector con el plan de reactivación turística, que se va a desarrollar hasta el mes de junio, y que pretende llenar aún maá el cupo de las empresas a través de incentivos a los participantes. A nosotros nos quedará una plataforma de comercialización de todo el sector que nos ayudará a entrar en el mundo digital y tener capacidad de comercialización propia. Ya tenemos casi una treintena de empresas oferentes.

¿En qué posición esta Canarias en el conjunto del país?

En los últimos seis año snos hemos consolidado. Antes no representábamos casi nada a nivel nacional, pero ahora nos están tomando con referente y nuestro proyecto digitalización es el que cogerán como ejemplo.

¿Cuántas empresas viven en Canarias de este sector y cuánto empleo genera?

En las islas hay unas 800 empresas de turismo activo, pequeñas, de entre uno y cinco trabajadores, y se genera en torno a 2.500 empleos. De ellas, un 10% forman parte de esta asociación.

Descúbrame actividades de turismo activo que se practican en la isla y que no pensamos que se realizan aquí.

Barranquismo. Hay barrancos acuáticos que se pueden disfrutar durante gran parte del año y mucha gente no lo sabe. También coastering, que es hacer un sendero semivertical por la costa con zonas para trepar o saltar al agua, o la Vía Ferrata, astroturismo y actividades de orientación. En Canarias podemos hacer casi cualquier tipo de deporte de turismo activo que se ofrece en el mundo, lo único que se queda fuera son los de nieve y aguas bravas.

¿Qué dificultades enfrenta este sector?

El principal problema es transportar a los usuarios. Tenemos una ley muy restrictiva porque nos pide una tarjeta de transporte específica que es difícil conseguir porque ponen unos requisitos excesivos. También nos gustaría dialogar más con la administración sobre la gestión de los espacios.

¿Qué retos tiene el sector?

La digitalización, la comercialización a través de la plataforma conjunta y la formación de los trabajadores.