El hotel Lopesan Villa del Conde Resort & Thalasso fue el escenario elegido para que once madres de la Fundación Canaria Niños con Cáncer Pequeño Valiente disfrutaran de un jornada especial y diferente, en un marco único como el que ofrece este emblemático inmueble de la exclusiva zona de Meloneras. La iniciativa se enmarca en el proyecto ‘Un día de respiro’, que nace con la intención de ofrecer un entorno distendido y familiar, en el que las progenitoras de un menor enfermo de cáncer puedan tener la oportunidad de desconectar de la compleja rutina a la que se tienen que enfrentar diariamente.

Acompañadas de la trabajadora social, Myriam López, y la psicóloga de Pequeño Valiente, Olga Díez, llegaron a las puertas del Lopesan Villa del Conde, donde fueron recibidas por el equipo de relaciones públicas, que las acompañó en un recorrido para conocer el hotel.

Tras darse el primer chapuzón en una de las piscinas climatizadas, llegó el momento de relajarse y tomar el sol mientras mantenían distendidas charlas. Algunas de las madres que participaron en este día de respiro confesaron que llevaban años sin realizar ninguna actividad social, por lo que agradecieron el poder compartir un rato divertido junto con otras personas que estaban atravesando por el mismo trance que ellas.

Aunque solo fuera por unas horas, las madres de Pequeño Valiente lograron olvidar los automatismos y hábitos diarios asociados a los cuidados físicos y emocionales que demanda un enfermo de cáncer, menor de edad, desde que se le diagnostica su enfermedad.

La actividad llevada a cabo en el establecimiento Lopesan Villa del Conde Resort & Thalasso es solo un ejemplo de las numerosas acciones que la Fundación Pequeño Valiente realiza a lo largo del año, con las que logra insuflar una dosis extra de energía positiva que les ayuda a cuidar de sus seres más queridos.