El tacón de uno de los zapatos de mujer pisa hasta romper el cristal de un portarretratos con una fotografía del dictador Francisco Franco, un hombre con vestimenta femenina negra de ejecutiva pica una piedra con tacones y dos personas detrás sostienen sobre sus manos una roca cada una, cuatro personas caminan encadenadas con el torso desnudo, distintos modelos encadenados y con posiciones dispares... Las Casas Consistoriales acoge dentro de los actos de la Gáldar Pride la exposición «Ni Vagas Ni Maleantes», una exposición que reúne 15 fotografías artística de la memoria LGTB alusivas a la represión y los castigos de Tefía, en Fuerteventura, amparados por la ley franquista.
«El 15 de julio de 1954, la dictadura franquista reformó la Ley de Vagos y Maleantes para incluir la persecución de la homosexualidad entre otros aspectos. El periodo de detención podía llegar hasta tres años. En este contexto se puso en funcionamiento la Colonia Agrícola Penitenciaria de Tefía de 1954 a 1966. Entre los presos que hubo, podemos asegurar que 20 personas fueron condenadas por homosexualidad y que vivieron el duro régimen del centro con el agravante de que su disidencia sexual los hacía más vulnerables a sufrir castigos y diferentes tipos de violencia». La exposición pretende ser una aproximación a la historia de persecución que sufrió el colectivo, tomando como referencia este centro penitenciario majorero.
Las 15 fotografías simbolizan la represión durante los años 50 y 60 en la Colonia Penitenciaria de Tefía
La muestra reúne 15 fotografías de Sebastián Flores, que tiene a Diego Flores como comisario, dentro de un proyecto realizado por la empresa Axis Mundi, e impulsado por la dirección general de Diversidad del Gobierno de Canarias y el Instituto Canario de Desarrollo Cultural.
‘Maricón de mierda’, ‘El trabajo os hará libres’, ‘Violetas’ y ‘Prohibido volver’ son algunos de los títulos ilustrativos
Las imágenes tienen título y temáticas tan ilustrativas como «Detenido por maricón» y «Detenida por maricón» (durante la dictadura no se hizo distinción alguna entre la orientación sexual y la identidad de género, tratando por igual a hombres gays/bisexuales y mujeres trans), «Violetas perseguidas» (’violetas’ era como se llamaba durante el régimen franquista a los homosexuales), «Homosexualidad contagiosa», «Prohibido volver (uno de los castigos era la prohibición de residir en determinado lugar o territorio», y «El trabajo os hará libres» (se contemplaba como castigo el internado en régimen de trabajo o colonias agrícolas).
El colectivo homosexual que estuvo apresado en Tefía tuvo que soportar un trato denigratorio y cercano a un campo de concentración, en el que pasaron hambre y tuvieron que realizar trabajos forzados. Tefía, por tanto, es un símbolo de la represión sexual ejercida durante el franquismo, señala el director general de Diversidad del Gobierno de Canarias, Víctor Ramírez, quien asegura que la exposición pretende dar visibilidad a las condiciones que sufrieron los reos por la ley franquista.
"Vencer y sobrevivir a una época"
Cuando se le pregunta por la foto que más me impactó personalmente, Ramírez señala sin dudarlo la del zapato de tacón, que representa «cómo vencimos y sobrevivimos a toda esa época y cómo hemos avanzado a pesar de la carga histórica». También destaca el simbolismo de las cadenas (aunque no se empleó allí), en un centro de reclusión sin muros, ya que para eso ya estaba en entorno desértico del lugar.
El proyecto abre con este trabajo la puerta a la investigación, y que el material vaya a los archivos históricos, para que no se pierda documentación de aquella etapa.
«Maricón de mierda». Este es el título de una de las fotos, en el que se explica que el uso de la violencia contra los presos como método de castigo fue común, llegando a usarse incluso ante pequeñas muestras de afecto entre los presos, tal y como se explica.
La muestra recorrerá la islas
Víctor Ramírez destaca que la Colonia Agrícola Penitenciaria de Tefía «es parte de la historia de Canarias», que impacta tanto al colectivo LGTB como al resto de la población, y mantiene vivo el recuerdo de que allí existía un campo de concentración.
El director general de Diversidad del Gobierno de Canarias considera que es importante visibilizarlo, sobre todo cuando surgen en los tiempos actuales discursos que van hacia una posición ultra.
La exposición estuvo en Lanzarote y Fuerteventura, antes de llegar a Gran Canaria, e irá viajando a partir de ahora por las distintas islas.
El próximo destino será El Hierro, que concentrará algunos de los principales actos del Orgullo del 28 de junio al 2 de julio, y cuyo exposición recalará en la localidad de El Pinar. Además, se baraja que en un futuro se traslade a Madrid.
