San Bartolomé de Tirajana

Los camellos, en riesgo de sacrificio si Costas los expulsa de las Dunas de Maspalomas

La Demarcación inicia un expediente para recuperar el suelo al estar dentro del dominio público marítimo terrestre - La empresa se plantea ir a los tribunales

Excursión en camello por las Dunas de Maspalomas

R. Torres

Los camellos podrían desaparecer de las Dunas de Maspalomas. Y literalmente. El empresario Francisco Jiménez, propietario de la empresa Camello Safari Dunas, la sociedad que organiza los paseos turísticos sobre estos animales por esta reserva natural de San Bartolomé de Tirajana, ha asegurado que tendrá que sacrificar a las 150 bestias que tiene para realizar estas excursiones si Costas le obliga a marcharse de este espacio después de que la Demarcación en las islas haya iniciado de oficio un expediente de recuperación del suelo donde están las instalaciones al carecer de título concesional. No los podría mantener por el coste económico que conlleva.

Un turista se toma una fotografía durante una excursión en camello por las Dunas de Maspalomas.

Un turista se toma una fotografía durante una excursión en camello por las Dunas de Maspalomas. / José Carlos Guerra

En una rueda de prensa celebrada este martes en las instalaciones en las que la empresa opera a pie de dunas, Jiménez denunció que Costas le está obligando a demoler esta edificación que utiliza como oficinas y recepción de visitantes, lo que pondrá en jaque una actividad turística con una alta demanda y de la que dependen entre 15 y 20 familias. Y para ello tendría que desembolsar unos 300.000 euros sin contar con las indemnizaciones a los trabajadores, además del coste que supone cada sacrificio, de 300 euros por camello. «Si Costas me obliga a marcharme, tendría que ir al sacrificio con los camellos», señaló, «teniendo en cuenta que estos animales tienen mucho que ver con la historia de Canarias pues están declarados como animales autóctonos por la Unión Europea y de interés cultural por el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana en 2004, entiendo que la situación necesita un trato distinto al que Costas nos somete». «Los camellos están condenados a desaparecer si no subsanamos esta situación».

El inicio de este conflicto se remonta a una solicitud que la empresa hizo a Costas en 2020 para trasladar las actuales instalaciones 200 metros más al interior para dejarlas fuera de la Reserva Natural Especial de las Dunas de Maspalomas, un proyecto que inicialmente la Demarcación vio con buenos ojos pero que ahora rechaza al entender que la compañía está ocupando el espacio de forma ilegal. Esa ilegalidad la justifica Costas, según explicó Jiménez, en que el suelo donde está la edificación quedó dentro del dominio público marítimo-terrestre tras una revisión del deslinde en 1998. «Y eso que la infraestructura se encuentra a un kilómetro de la playa», expuso.

«Tenemos informes que sostienen que no generan ningún impacto medioambiental y además se mueven por menos del 1% del espacio protegido», señaló Francisco Jiménez

Sobre el comienzo de la actividad, Jiménez explicó que en 1977 el secretario del Gobierno Civil le ayudó a tramitar los permisos con el Ayuntamiento, Turismo, Medio Ambiente y el Cabildo para que la instalación fuera legal «pero hubo silencio administrativo» por lo que entendió que su actividad podía seguir adelante. Declaró además que no es ilegal, como argumenta Costas, porque una sentencia de la Audiencia Nacional del año 2000 dictaminó que no existía tal ocupación ilegal pues la actividad se había iniciado con carácter previo a la entrada en vigor de la ley de Costas en 1988. «Los camellos llevan aquí 60 años, desde 1961 cuando no había nada», dijo, primero vinculados a los trabajos agrícolas y ganaderos y luego al sector turístico.

Francisco Jiménez, propietario de Camello Safari Dunas, la empresa que organiza las excursiones en las Dunas de Maspalomas.

Francisco Jiménez, propietario de Camello Safari Dunas, la empresa que organiza las excursiones en las Dunas de Maspalomas. / José Carlos Guerra

«El camello es parte de la historia de Canarias, lleva en las islas desde 1404 y parece que ahora tiene que marcharse porque Costas dice que molesta, no lo entiendo», sostuvo. También rechaza las tesis de Costas sobre que las bestias causan impacto sobre el espacio de la Reserva Natural Especial. «Tenemos informes que sostienen que no generan ningún impacto medioambiental y además se mueven por menos del 1% del espacio protegido», señaló Francisco Jiménez. «No entiendo cómo en Sanlúcar de Barrameda hay carreras de caballos en la misma playa y aquí, a un kilómetro, Costas quiera quitar a unos camellos que estaban antes del dominio público», apuntó, «yo sería el primero en coger las maletas y marcharme si viese que perjudicamos a las dunas, pero no es el caso».

El empresario también explicó que entre sus proyectos de futuro está la explotación ganadera y la comercialización de la leche de camella, un actividad que podría impulsar la economía canaria pues el litro de leche de estos animales puede alcanzar los 30 euros en el mercado. No obstante, este negocio quedará en el aire si Costas expulsa a los animales.

La compañía presentó alegaciones a la resolución de la Demarcación de Costas que ordenó el desalojo del espacio, pero éstas fueron desestimadas, por lo que interpuso un recurso de alzada que está pendiente de resolver. El empresario ha anunciado que en caso de que la respuesta sea negativa, y agotada la vía administrativa, interpondrá una denuncia en los tribunales.

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