El Faro de Maspalomas se queda sin la cafetería que tenía a sus pies. El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana tiene previsto otorgar esta semana, a través de la Junta de Gobierno Local, la licencia para desmontar las instalaciones de este bar terraza, según han confirmado fuentes municipales, un espacio que desde 2014 servía a los turistas en uno de los enclaves más cotizados de Maspalomas y Meloneras. GrandItalia S.L., la actual empresa adjudicataria de Italotapas, antiguo Café de Colón, demolerá las instalaciones para dar cumplimiento a una sentencia de 2017 delTribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) confirmada por el Tribunal Supremo en 2020 que declaró que era ilegal porque en la autorización otorgada por la Autoridad Portuaria de Las Palmas, titular del suelo donde se asienta, no se justificó cómo el uso de bar cafetería ayuda a proteger el patrimonio arquitectónico. En este caso un inmueble que data del año 1890 y fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC)por el Gobierno de Canarias en el año 2005.

Estado actual de la terraza ubicada junto al Faro de Maspalomas, en San Bartolomé de Tirajana. Juan Castro

El antiguo Café de Colón abrió sus puertas el 1 de febrero de 2014 de la mano de su primer concesionario, el empresario Miguel Cazorla, a través de la sociedad Miguel Cazorla e Hijos S.L. después de tres años de periplo judicial. La Autoridad Portuaria de Las Palmas convocó en mayo de 2011 el concurso para la adjudicación de la terraza del faro, pero el procedimiento tuvo que paralizarse después de que el grupo Lopesan impugnara los pliegos al considerar un riesgo la apertura de un bar ante un monumento. El caso se resolvió pero días antes de que la Autoridad Portuaria resolviese la adjudicación del concurso el 19 de octubre de 2012, el grupo Lopesan, a través de su filial Maspalomas Resort S.L. solicitó medidas cautelares al conocer que una de las empresas del conglomerado que optaba a este concurso, Expomeloneras S.A., obtuvo la puntuación más baja y se quedaba sin la opción de hacerse con esta concesión en un espacio donde la compañía gestiona hoteles y es propietaria de locales de restauración.

Escalada de recursos

En esa petición de cautelares que reclamó a través de Maspalomas Resort S.L. argumentó que ya había suficiente oferta de ocio en Meloneras, que el faro era un Bien de Interés Cultural y no se había solicitado el pronunciamiento del Cabildo y que esta terraza no estaba incluida en el Plan General de San Bartolomé de Tirajana. Sin embargo, en un auto de abril de 2013 el TSJC desestimó su recurso argumentando que por un lado la compañía intentaba proteger un Bien de Interés Cultural pero al mismo tiempo se presentaba al concurso para instalar el bar-cafetería con otra sociedad distinta.

El 7 de marzo de 2013, a través de un acuerdo del Consejo de Administración de la Autoridad de Las Palmas, Miguel Cazorla e Hijos S.L. se hizo con la concesión de este espacio al obtener la puntuación más alta de entre las ocho empresas que concurrían. En la terraza invirtió en torno a 600.000 euros y un año después el empresario decidió abandonar la concesión y la vendió a GrandItalia por medio millón de euros.

Miguel Cazorla abrió la terraza en febrero de 2014 y al año vendió la concesión a GrandItalia

La batalla judicial continuó y Lopesan interpuso un recurso de alzada ante la Autoridad Portuaria, que fue inadmitido, por lo que llevó el caso a los tribunales. Así, en mayo de 2018, una sentencia de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJC anuló el acuerdo del Consejo de Administración que resolvió la adjudicación al considerar que, si bien la convocatoria era compatible con la normativa de patrimonio histórico, incumplía la de dominio público portuario al tratarse, la concesión para bar-cafeteria, de un uso no portuario en relación a los faros en servicio, y además incumplía el Plan General de San Bartolomé de Tirajana. Previamente, la Sala había anulado en fallo del 1 de junio de 2017, la convocatoria del concurso de mayo de 2011 y los pliegos.

Estado actual de la terraza ubicada junto al Faro de Maspalomas, en San Bartolomé de Tirajana. Juan Castro

Contra esta sentencia interpusieron recursos de casación la Abogacía del Estado, en representación de la Autoridad Portuaria, y GrandItalia S.L., recursos que el Tribunal Supremo desestimó en un fallo de febrero de 2020 en el que confirmó que esta terraza era ilegal por un defecto de forma. En su argumentación, el Alto Tribunal sostuvo que la Autoridad Portuaria no había justificado en el expediente de licitación los requisitos para establecer usos alternativos en el faro de Maspalomas, sobre todo en el trabajo de protección del patrimonio público y además un BIC. El fallo no establecía la prohibición de otros usos que no fueran el portuario, pues éstos pueden ser autorizados, sin embargo el expediente debió haber incorporado un informe que detallase cómo el uso de terraza cafetería ayudaría a la conservación del patrimonio. La terraza tampoco se adaptaba al planeamiento municipal.

San Bartolomé prevé otorgar la licencia de demolición en la próxima Junta de Gobierno Local

El local permanece cerrado desde hace al menos un año. Ocupaba una superficie de unos 250 metros cuadrados donde se distribuían un bar modular y las mesas, sillas y sombrillas, y tenía capacidad para 94 comensales.

La actual empresa concesionaria solicitó al Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana la licencia para desmontar el local el 8 de diciembre de 2021 tras presentar un proyecto que finalmente obtuvo el informe favorable de los técnicos municipales el pasado 6 de mayo de 2022. Según obra en el expediente, la compañía cuenta con un presupuesto de ejecución material para llevar a cabo los trabajos de 6.200 euros y tiene un plazo de cuatro años para iniciar las obras.