Vicente Guerra Hernández, que fue empresario agrícola e hijo adoptivo de la real ciudad de Gáldar, falleció el pasado sábado a los 89 años. Este emprendedor había nacido en noviembre de 1932 en Las Palmas de Gran Canaria. 

La familia de Vicente Guerra había sido claramente agrícola: sus abuelos hicieron fortuna con el plátano y la cochinilla; su padre con los tomates y los plátanos; y Vicente hijo siguió con los plátanos, la alfalfa para alimentar al ganado que había en cualquier finca y los pepinos.

 Guerra Hernández empezó los estudios de Perito Industrial, que dejó inconclusos y empezó a trabajar con el padre en las fincas agrícolas. Vicente Guerra padre tuvo un serio revés económico, ya que un viento arrasó magníficos cultivos de tomates en los que había depositado sus expectativas. Las desgracias no vinieron solas y empezaron los primeros problemas de salud.

Es entonces cuando Vicente, hijo, tomó las riendas del negocio familiar e inició unos cultivos innovadores para la época, plantar pepino holandés para la exportación en terrenos azotados por el viento, bajo plástico, en la zona de Botija. Poco a poco junto a su hermano Juan, quien también recibió la distinción de hijo doptivo de Gáldar a título póstumo, prepararon el campo, construyeron un estanque y nuevas instalaciones en las que empaquetar los envíos por mar desde los Países Bajos y Reino Unido, principalmente, en la época de zafra.

La empresa de Llanos de Botija prosperó desde el esfuerzo y la apuesta por la innovación así como desde la cercanía y la integración en el municipio de Gáldar. A la vez que crecía la actividad en la finca y el número de empleados, aumentaba la actividad comercial y la reputación de la empresa localmente y en los mercados europeos.

 El modelo de negocio forjado desde la iniciativa y la dedicación de Vicente Guerra y su hermano sigue siendo hasta día de hoy una referencia, gracias a la continuidad y el entusiasmo de una nueva generación familiar de gestores que han hecho honor al espíritu pionero de los inicios. Al mismo tiempo que Vicente empezó con su negocio agrícola de exportación, contrajo matrimonio con Luisa Navarro Pérez. Del matrimonio nacen María Luisa, Juan Diego y Vicente, y tenía tres nietas María, Pino y Cristina.

El alcalde de Gáldar, Teodoro Sosa, expresó este domingo sus condolencias tras conocer la noticia de la pérdida de Vicente Guerra, al tiempo que destacó de él su faceta emprendedora como empresario agrícola dedicado al cultivo del pepino para la exportación, que le hizo merecedor de recibir la distinción de hijo adoptivo en el año 2014. “Un hombre hecho a sí mismo que, junto a su hermano Juan, fue merecedor de recibir la distinción de hijo adoptivo debido al gran número de puestos de trabajo que creó y al buen recuerdo que dejó en el municipio y la comarca”, recordó.