El Cabildo de Gran Canaria ha declarado de interés público del ‘Proyecto de gestión de residuos no peligrosos procedentes de la construcción y demolición, en el paraje de Mesa del Salinero’, en Juan Grande, promovido por la entidad mercantil Satocan Islas SL, tal y como le solicitó el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana.

El Consejo de Gobierno Insular celebrado esta semana secundó así la propuesta defendida por la Consejería de Política Territorial y Paisaje, que dirige la consejera Inés Miranda, tras desestimar las alegaciones presentadas a la iniciativa y contar con los informes favorables de los servicios de Patrimonio Histórico y de Planeamiento del Cabildo de Gran Canaria que ratifican la viabilidad de la planta.

El proyecto ha recibido la consideración porque, según se argumenta en el acuerdo, el procesado y la reutilización controlados de los materiales no peligrosos provenientes de las numerosas obras de demolición y desmontes de la isla de Gran Canaria sí pueden considerarse necesarios para el desarrollo y la ordenación del medio rural. Y es que, «de no hacerlo», especifica el texto, «se corre el riesgo de una dispersión territorial incontrolada, perdiendo la ocasión de convertirse en un recurso reutilizable y de evitar el consumo de nuevos recursos».

Recursos ambientales

Asimismo, concluye que se trata de una instalación que debe emplazarse alejada de otros usos y, sobre todo, lejos de los usos urbanos o que puedan llegar a serlo, cumpliendo con los requisitos expresados en el apartado segundo del artículo 62 Ley 4/2017, de 13 de julio, del Suelo y de los Espacios Naturales Protegidos de Canarias. Y, además, concluye que su ubicación en suelo rústico resulta apropiada, dado que no afecta a recursos ambientales o agrarios.

La aprobación también cuenta con el visto bueno del Gobierno de Canarias. En su informe, la dirección General de Industria considera que «las operaciones de valoración de los residuos de construcción y demolición, como actividad vinculada a la actividad extractiva en la cantera Mesa del Salinero pueden suponer un beneficio ambiental, una sinergia operacional y una alternativa positiva para la rehabilitación del espacio afectado por la actividad extractiva, y ello sin perjuicio de la revisión y adaptación al Plan de Restauración de la cantera».

En la única alegación presentada al proyecto, el recurrente no se oponía, pero sí expresó la oportunidad que podía aprovechar la Corporación insular y la empresa promotora para ejecutar y culminar el Plan Especial del Barranco de Tirajana como forma de revertir el actual deterioro del barranco, pero fue desestimada porque no solicita modificaciones o cuestiones concretas a incorporar en el proyecto, según recoge el informe propuesta del Consejo de Gobierno insular.