Casi 300 perros y más de 80 gatos esperan en el Albergue Insular de Animales del Cabildo de Gran Canaria por una familia que los acoja y mime en sus casa. Este fin de semana, la quinta edición de la feria de mascotas Animundo, alivió la carga con una pasarela en la que se exhibían los ejemplares en busca de cariño y que a partir de ahora ven una puerta abierta tras semanas, meses y hasta años de abandono.
Nano se fue ayer de visita. Se acercó a Infecar a saludar a otros compadres que no han tenido tanta suerte como él. De los casi 300 perros que esperan en el Albergue Insular de Animales a que alguna familia le acoja, ayer desfilaban 35 en una peculiar pasarela para animar a los potenciales propietarios a dar el salto.
Nano estaba encantado de la mañana, noveleriando con decenas de otros perros que también giraban la misma visita de cortesía, y a los que a través de sus ojos les parecería unos gigantes con cuatro patas y rabo. No en balde, el pequeño chihuahua solo pesa un kilo 200 gramos, atrayendo todas las miradas de la concurrencia.
Más práctico imposible. Sus dueños, Isabel Montesdeoca y Miguel Trejo, lo llevaron al veterinario preocupados de tan chico que quedó, -«en una familia los hay más altos y más bajos», resolvió el licenciado-, pero todo son ventajas. Recién viajaron a San Sebastián y Cádiz con Nano a bordo en la mochila. Y la pis y caca se recoge en un plis plas.
No más llegar saluda a Queen, una preciosa cachorro de Border Collie, raza que tiene el máster de perro doméstico más inteligente. Su propietaria es Débora Piedra. Solo tiene seis meses pero enseña maneras. «Ya hace sus necesidades donde debe, se sienta cuando se lo mando, te da la pata y cuando va a la playa de Jinámar se queda guardando la toalla mientras me doy un baño».
Por el pabellón entran dos figuras más. Bimba y Jolie, una hembra mestiza de chihuahua y pinche, y él chihuahua a secas. «Son los dos chicos de la casa, y en el caso de Bimba, una superviviente, de una camada indeseada a la que acogieron sus dueños, Antonio y Lola. Bimba llegó a la casa con sarna y hoy tiene sus achaques, ataques epilépticos de cogerse nervios, pero son el auténtico tesoro de la pareja.
En el otro lado de la moneda están Laia, una hembra de cinco años; el desconfiado Cirilo; el perro de finca Sugar; el rechazado Toreto, «que hoy busca una familia que le de una oportunidad; la perra Nagore; o el macho Willy, que asegura «que no sé que será de mi».
Son estos últimos algunos de los ejemplares que a partir de las doce del mediodía desfilaban bajo la presentación del director de cine Armando Ravelo, y ante un surtido público, 2.000 personas en dos jornadas, que aplaudía con las manos en alto para no estresar a unos animales que en ocasiones llevan meses, cuando no años, alejados del mundo.
Tito Cárdenes es una de las almas imprescindibles del Albergue Insular de Animales. Cifra en 293 los perros y 86 los gatos huérfanos de familia y de cariño que se encuentran en las instalaciones esperando que un día se abra la puerta. Asegura que de un tiempo a esta parte el número de abandonos de animales sacados del albergue se ha reducido, pero en términos generales se sigue dejando a su suerte a las mascotas en volúmenes exagerados.
La buena noticia es que el índice de sacrificios sí que ha bajado y que la gestión del albergue desde el año 2017 tras una mayor implicación del Cabildo ha mejorado notablemente.
Explica que el proceso ya no pasa por las puertas abiertas del albergue, sino a través de la web y tras la solicitud de una cita. Además el procedimiento se alarga durante unas dos semanas, con lo que el momento impulso queda mitigado en parte.
A ello se suma, en el caso de los gatos, la instalación de unos modernos quirófanos en los que se realiza la esterilización de los gatos, todo ello atendido por trece profesionales a los que se suman grupos de voluntarios.
Un equipo que ayer veía como muchos de estos perros que desfilaban en Infecar, y desde el sábado en el que se abrió la quinta edición de la feria Animundo, se hacían con unos felices tutores al mediodía, desahogando así un poco más la inevitable carga emocional que supone ver un días tras otro a unas mascotas desamparadas.
Paralelamente y para fomentar una mayor concienciación, la feria, que fue inaugurada por el presidente del Cabildo Antonio Morales, ofrece un despliegue de charlas y ponencias tanto con ese fin como para disfrutar al máximo de los animales domésticos, además de ofrecer en diversos puestos los servicios veterinarios radicados en la isla.
Así, tras la primera pasarela del día, el policía local de Ingenio Yeray López impartía una charla de violencia sobre los animales, a la que seguía otra ponencia de la veterinaria Marta Foulquié en la que trataba el papel de la fisioterapia en la rehabilitación de pequeños animales.
Ya por la tarde comenzaba un entretenido taller en el que se explicaba como implicar a las mascotas en la práctica del deporte, con una sesión de agility ofrecida por el especialista Manuel Álvarez, para cerrar esta quinta entrega de Animundo con Pablo Almodóval, con una didáctica sesión en la que apuntaba «todo lo que debes saber cuando llega un cachorro de gatito o perro a casa». Pero también, como conclusión de la feria, en lo que nunca se debe incurrir cuando solo se ve un animal vivo como un simple juguete.
«Objetivo cumplido»
La directora general de Infecar, Natalia Santana, señalaba en el cierre de la feria que «un año más Animundo ha cumplido el objetivo de acercar las necesidades para el cuidado y bienestar animal a toda la ciudadanía a través de los expositores presentes en esta cita, además de contar con un variado programa de charlas y talleres en los que escuchar a especialistas dedicados al cuidado y la protección animal». Para añadir que «nos alegra saber que los perros que desfilan por nuestras pasarelas consiguen una familia, pero nos encantaría que la concienciación frente al abandono animal fuera tal que esta pasarela no tuviera una razón para existir», ha asegurado Natalia Santana. | LP/DLP
