El Cabildo combina las multas con un aumento de vigilantes para proteger las Dunas

Medio Ambiente impone 120 sanciones de enero a julio por invadir la Reserva Natural de Maspalomas

Invasión de turistas sobre las Dunas

T. M. R.

Invadir un espacio natural protegido no sale gratis. Transitar por fuera de los senderos establecidos o acampar en las Dunas de Maspalomas conlleva una sanción de 150 euros. Esas son las infracciones más repetidas, tanto por parte de turistas extranjeros y españoles como residentes, pero también se ha multado con 400 euros a productoras audiovisuales que no respetaron las condiciones de los permisos para tomar imágenes en su interior.

En los siete primeros meses de este año, de enero a julio, la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria ha impuesto un total de 120 sanciones por caminar o acampar en lugares no permitidos de la Reserva Natural Especial de las Dunas de Maspalomas, según informó este miércoles el gobierno insular. Esta cifra, detalló el consejero Raúl García Brink, «multiplica por seis el número de expedientes sancionadores que se instruyeron a lo largo de todo el año 2022, cuando se registró un total de 20, y duplica, asimismo, los 60 abiertos en 2021».

Ante la gran cantidad de personas que se internan a diario en la reserva protegida, una práctica que se ha agravado en las últimas semanas en el entorno del mirador de Playa del Inglés para ver y fotografiar los atardeceres desde lo más alto de las dunas, García Brink adelantó el Cabildo va a combinar las multas con la presencia de más vigilantes en los horarios de tarde, tal como han reclamado los empresarios del sector turístico y el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana. 

El consejero insular de Medio Ambiente consideró que las sanciones no deben ser la única vía para evitar el deterioro de Maspalomas, sino acompañarlas con campañas de concienciación, mejoras en la señalética de los senderos autorizados y el incremento del número de vigilantes, algo que abordará en sus próximas reuniones con directivos de las organizaciones de la patronal turística. 

Las sanciones, precisó el gobierno insular, «están motivadas por la afección a un espacio protegido con un nivel de protección de los más elevados de la normativa medioambiental, ya que se produce un daño al ecosistema dunar». La mayoría de las sanciones son de 150 euros, por incumplir las normas que están perfectamente claras en los distintos puntos de información y señalizaciones. 

Los infractores pueden reducir el importe de la multa si pagan anticipadamente, lo que les permite rebajar el importe en un 20% la sanción. El incumplimiento de las normas ha registrado «un repunte muy importante en 2023, cuando se han superado ampliamente los datos recogidos en los años anteriores, posiblemente debido a la pandemia», apuntó García Brink. 

Vigilantes

«En aras de continuar mejorando las labores de control de la Reserva», anunció el consejero, «está previsto incrementar el número de efectivos que desempeñan esa tarea, que actualmente es un equipo de cuatro agentes de Medio Ambiente, incorporados en 2020, así como el uso de dispositivos tecnológicos para poder controlar la amplia superficie de la Reserva con el uso de drones y equipos tecnológicos de detección».

El Cabildo consiguió 5,5 millones de euros de los fondos Next Generation de la Unión Europea para el proyecto Impulsa Maspalomas, cuyo objetivo «es mejorar el estado de esta zona turística en el corto y medio plazo, principalmente a través de la puesta en valor del patrimonio natural y de las Dunas como eje vertebrador, así como garantizar su protección y vigilancia».

Decenas de personas en las crestas de las Dunas y zonas de acceso prohibido para ver el atardecer.

Decenas de personas en las crestas de las Dunas y zonas de acceso prohibido para ver el atardecer. / LP/DLP

Entre otras acciones está prevista la inversión de un millón de euros, dirigidos a garantizar la vigilancia y la protección de la Reserva. En concreto, se trata del desarrollo del plan Sensórica del destino, al que se dedican 450.000 euros y que implica desplegar una red de sensores antrópicos, climáticos y ambientales, que permitirá medir cuántos viandantes circulan por los caminos de las Dunas y su capacidad de carga. «Se trata de utilizar las nuevas tecnologías para disponer así de un conocimiento exacto del flujo de personas que confluyen en este paraje», puntualizó García Brink. 

También se destinan 100.000 euros a la instalación de pantallas de información led en las zonas aledañas al enclave que presentan mayor afluencia de turistas, a quienes se facilitarán datos sobre la Reserva Natural, sus valores y las normas de comportamiento a seguir en la misma en diferentes idiomas. Y a todo ello hay que sumar los nuevos elementos de señalización y puntos de información turística inteligente, que tienen un presupuesto de 450.000 euros y que mejorarán la señalética del enclave.

La moda de una foto al atardecer en las crestas 

El alcalde de San Bartolomé de Tirajana, Marco Aurelio Pérez, propuso ayer al Cabildo que se incremente el número de agentes de Medio Ambiente que protegen las Dunas y que se amplíen los horarios de trabajo para que la vigilancia sea efectiva durante todo el día. En referencia a las imágenes difundidas el pasado fin de semana, en las que se una avalancha de personas dentro de las zonas prohibidas, el regidor dijo que «lo que está ocurriendo es una cuestión de modas, y la moda ahora consiste en venir a Maspalomas a hacerse una foto durante el atardecer». El problema, a su juicio, es que los agentes del Cabildo no están en las puestas de sol. «Vamos a ver si el Cabildo es capaz de denunciar, puede cambiar los horarios y hacer que esa moda de los instagramer desaparezca, pues es la que está ocasionando esas imágenes que no nos gusta a ninguno», declaró Pérez, quien recordó que la presencia de gente en las crestas limita la ciclo del movimiento de la arena. «Se puede hacer la misma foto desde el mirador sin dañar la naturaleza», apuntó.