El viaje de placer de la burra 'Melosa'

Una burra grancanaria viaja a Lanzarote para evitar la consanguinidad y mejorar la raza

‘Melosa’ está de siete meses y su cría se llamará ‘Uga’ o ‘Jeito’, según el sexo

Francisco Alemán y su burra Melosa

T. M. R.

José A. Neketan

José A. Neketan

Tener a una burra como animal de compañía no suele ser muy usual. Francisco Alemán confiesa que la relación entre él y ‘Melosa’ fue amor a primera vista. La conoció desde que nació en una finca cercana. «Parecía un peluche», recuerda. Hoy es un animal que sale al encuentro de su dueño como si fuese un perro fiel. Alemán le buscó un novio en Lanzarote, ‘Jesús’, y ahora ‘Melosa’, tras un viaje de placer espera por su cría.

Francisco Alemán quiso para su burra Melosa a la mejor pareja. Y la encontró en Lanzarote, por lo que no dudó en embarcar a su animal hacia tierras conejeras para celebrar una cita a ciegas. Y resultó todo un éxito. Melosa y Jesús, así se llama el burro, tuvieron sus revolcones hasta que sus dueños y veterinarios confirmaron que, por fin, melosa estaba preñada y podía volver a su Agüimes natal. Pero no ha sido nada fácil que esta historia llegara hasta aquí.

El dueño de Melosa estuvo cerca de un año en esa tarea de buscarle novio a la altura de su burra, y lo consiguió porque Jesús es actualmente el burro más alto de Lanzarote y se exhibe con frecuencia en romerías.

Doctor en Historia, gerente del colegio CPEIPS Nuestra Señora del Rosario de Agüimes, Juez de Paz de Agüimes y genealogista, Francisco Alemán tiró de conocimiento y estudio para documentar que Melosa nació el día 7 de octubre de 2017. Tiene seis años y cinco los ha compartido con su dueño. Hija de 'Miseria' y 'Obama', es nieta de 'Baldomera' y 'Piloto'. Solo tiene dos abuelos, pues, los padres eran hermanos. 

Alemán explica que «su abuelo, 'Piloto', era un burro que llegó de Tenerife y cubrió a casi todas las burras de ingenio de Agüimes. Sé también que hay descendencia de él en el Barranco de las Meleguínas, en Santa Brígida, en Santa Lucía y en la Aldea Blanca. Ahora mismo, aquí en el casco de Agüimes, de los nueve o diez burros que hay, que yo tenga conocimiento, por lo menos siete son descendientes de 'Piloto'», y añade que «los burros que había aquí, el que no era primo era tío y el que no era tío venía a ser familia».

La veterinaria Lidia Pitti hizo de casamentera al ver en el burro ‘Jesús’ la pareja ideal para ‘Melosa’

Francisco para evitar la continuidad de la consanguinidad de la saga de Piloto, se puso manos a la obra y estuvo un año buscando la pareja ideal para su Melosa, «pero lo que veía no me gustaba. El que no era chico era demasiado grande, y además yo también iba buscando un burro que fuera de la misma capa que ella, que tuviera el mismo color de pelo para que no lo perdiera, lo que se hacía todo un poco más difícil». Hasta que un día recibió la llamada de su veterinaria Lidia Pitti anunciándole que había encontrado pareja a Melosa, convirtiéndose así en la casamentera.

Gestación de 12 a 14 meses

Era Jesús, «un burro de alzada grande. Fue comprado en Fuerteventura. Fuerte, corre y lo llevan de romería. Es un burro que está trabajado y tiene 11 años», explica Alemán. Jesús es propiedad de Onofre Martín y tras conversar con el dueño de Melosa no dudó en aceptarla en su cuadra. «En ese momento éramos desconocidos y hoy somos grandes amigos», asegura Alemán, que no tiene palabras para agradecer a Martín el que acogiera en su casa de Lanzarote a Melosa durante seis meses».

Onofre Martín, de Lanzarote, es el dueño del semental que logró que la burra quedara preñada

Una vez allí, llegó la hora de revelar la cita a ciegas. Él, un semental, de buen porte y el burro más alto de Lanzarote. Pero Melosa no se le quedaba atrás. Se había presentado a dos ferias de ganado en Agüimes. En la pasada del Rosario cogió el segundo premio y en la de San Sebastián de este año quedó la primera. Hechas las presentaciones había que propiciar el contacto entre ambos para conseguir que la burra quedara preñada. 

El burro ‘Jesús’, el semental de Lanzarote que cautivó a la burra 'Melosa' de Agüimes.

El burro ‘Jesús’, el semental de Lanzarote que cautivó a la burra 'Melosa' de Agüimes. / LP/DLP

Francisco Alemán, con lo aprendido, afirma que las burras tienen celo cada 21 días. «Cuando están en celo generalmente empiezan a mascar en seco, como si estuvieran comiendo pero sin nada en la boca, y además se muestran inquietas». Melosa llegó en marzo y recién llegada se mostró receptiva ante su galán, pero no cuajó. Y así lo siguieron intentando cada 21 días aproximadamente. Y una vez que hay contacto, volverlo a repetir al tercer día. Y así lo siguieron intentando hasta que por fin confirmaron que Melosa ya estaba gestando. Y tras la buena noticia tocaba esperar un tiempo prudencial y hacer que Melosa regresara a su Agüimes natal. Ahora cumplirá 7 meses. 

La gestación de una burra está entre los 12 y los 14 meses y difícilmente se sabe el sexo de la cría. Pero Francisco Alemán, en la espera de ese momento previsto sobre el mes de mayo, ya tiene los deberes hechos. Si es burro le llamará Jeito, «por ser una palabra canaria que están en desuso», y si es hembra Uga, «en honor a ese pueblo de Lanzarote que acoge cada año una feria muy bonita sobre el camello y el burro». 

Mientras viene la cría, Francisco Alemán y Melosa siguen compartiendo paseos. Dice que el burro es un animal gregario y espera que con la llegada de la cría se hagan compañía. «Ella está sola. Todo el tiempo que ha ido conmigo no ha tenido ningún animal de su especie. Hay gente que suele ponerle a los burros una cabra, un perro, o una oveja, porque son animales que necesitan estar con otros, pero yo prefiero que esté con su cría». Pero no todo está hecho, «porque si es hembra pueden estar juntas, pero si es macho tengo que separarlo porque me puede preñar a la madre». Lo que haría repetir la historia de su abuelo Piloto, el semental que tanta descendencia dejó en ese sureste.