Ezequiel Domingo y el arte de partir almendras

Este vecino de 73 años acude cada año a las fiestas de Valsequillo para abrir el fruto golpeándolo con una piedra

"No es difícil, pero hay que tener maña para no majarse los dedos", afirmaba Ezequiel Domingo mientras partía una almendra detrás de la otra casi sin mirar lo que hacía, demostrando que detrás de ese movimiento mecánico de golpear con una piedra el fruto de los árboles que tiñen de rosa y blanco el paisaje de Valsequillohay muchos años de experiencia.

Una tradición familiar

"Esta es una tradición que tenemos desde hace muchos años y siempre vengo a las fiestas para compartir las almendras y pasar un buen rato", explica este vecino de Valsequillo de 73 años.

Este fruto, junto a otros de la tierra, fue el sustento de su familia durante muchos años y fue "el que dio para el gasto de la casa". Sin embargo, él no continuó con la labor labriega de sus padres y trabajó fuera del municipio, pese a que mantuvo las tierras y los árboles.

Ahora que está jubilado ha retomado la actividad y cada año recolecta entre 60 y 70 kilos de almendra "que reparto entre mi familia y regalo en días como hoy en las fiestas". El reguero de cáscaras a sus pies era prueba de su generosidad.

EZEQUIEL DOMINGO Y LA PEQUEÑA PAULA ZROUNDRI

EZEQUIEL DOMINGO Y LA PEQUEÑA PAULA ZROUNDRI / Juan Castro

El 'matajilorios'

El tac-tac del golpeteo de la piedra sobre la almendra competía con los gritos de José González, que a su lado promocionaba sus montaditos de "pan de puño, chorizo de Teror y almendras recién tostadas" o lo que es lo mismo, sus "matajilorios", que promete que dan la energía necesaria "para hacer la ruta del almendrero".

Y en medio de todo el ajetreo, la pequeña Paula Zroundri, de 4 años, miraba a Ezequiel Domingo ensimismada y sentada sobre un tronco cortado a su lado iba degustando cada una de las almendras que él le daba recién abiertas.

Con mucha timidez, Paula reconoció que como más le gusta este fruto es en el mojo y que le "encanta" el paisaje de los almendreros en flor porque tienen rosa, que es su color preferido.

Ezequiel Domingo confiesa que tiene miedo de que el cambio climático acabe con este árbol "y con la naturaleza", pero también se resigna a lo que tenga que ocurrir. "Todo ha cambiado bastante, y no solo en la isla, sino en general. Hace falta agua y cada vez hay menos invierno", sentencia.

FIESTAS DEL ALMENDRO EN FLOR 2024 VALSEQUILLO

FIESTAS DEL ALMENDRO EN FLOR 2024 VALSEQUILLO / Juan Castro

Temor compartido

El presidente de la Asociación Almendra de Gran Canaria, Julián Santana, explica que los almendreros necesitan una altitud mínima de 400 metros para florecer, pero también "al menos 400 horas anuales de frío para producir y en Valsequillo, en esta época, está haciendo tanto calor que los días están para bañarse en la piscina".

Las consecuencias del cambio climático, de la falta de lluvia y de tantos días de calor, ya se han hecho ver en la cosecha de los últimos años, que ha menguado, explica el representante de este colectivo de ámbito insular que lleva más de doce años trabajando por la defensa de los cultivos de almendra. A falta de conocer los datos oficiales de este año, Santana sospecha que la tendencia seguirá a la baja.

Pero mientras haya fruto, fuerzas y destreza, Ezequiel Domingo seguirá "viniendo a la fiesta para partir almendras y repartirlas" entre las personas que se acerquen a Valsequillo cuando las flores blancas y rosas vuelvan a teñir el paisaje.