Santa Brígida

El futuro de Santa Brígida, más cerca: un proyecto de cinco fases y 21 millones

La propuesta se centra en cuatro plazas con un bulevar que sirva de conexión con todo el casco

El alcalde del municipio, Bravo de Laguna, pide paciencia y voluntad para poder llevar a cabo el diseño

Presentación del nuevo diseño para la plaza de la Villa de Santa Brígida

T. M. R.

Después de renuncias, tribunales, licitaciones y 21 años de espera, el futuro del mamotreto de Santa Brígida ve la luz. Lo hace después de sacar a concurso la redacción del proyecto básico para recuperar las instalaciones. Un proceso participativo realizado durante el segundo semestre de 2023 y en el que contribuyeron diversos sectores sociales, empresas y ciudadanía del municipio de la mano del instituto 20 grados, que fueron los encargados de sacar y analizar los resultados de los vecinos de la Villa. Una iniciativa que ha estado financiada por el Cabildo de Gran Canaria y que tendrá un coste de 21 millones de euros divididos en cinco fases, que tendrán un presupuesto de 2, 3 y 4 millones.

La superficie, de 15.000 metros cuadrados y con un rectángulo de 110x130 metros cuadrados contará con un auditorio al aire libre, unos lagares con tascas, un enorme bulevar con equipamiento cultural que conectará con el casco urbano y estará respaldado por el parque de las flores. Todo ello, sin olvidar los aparcamientos, que no desaparecerán del entorno. La idea de la propuesta es que tanto el lagar como el auditorio se sitúen lo más lejos posible del casco urbano para evitar los ruidos que puedan molestar, aunque en cualquier caso, tal y como explicó el arquitecto Juan Palop-Casado, el parque de las flores servirá como colchón acústico.

Un centenar de vecinos acudieron a la cita para conocer el futuro

Un centenar de vecinos acudieron a la cita para conocer el futuro / Andrés Cruz

Persiguiendo las propuestas de la agenda 2030, uno de los objetivos del futuro del denominado mamotreto se centra en que la plaza sea el primer espacio público que se sostenga a sí mismo. "Queremos que el agua se recoja con sistemas de drenajes sostenibles y almacenarlos para tener agua suficiente para regar el municipio", ha detallado Palop. Además, propone que la cubierta del auditorio esté formada por solares que generen hasta 400 megavatios y pensar en aparcamientos que demanden el menor número de energías para ser carbono cero. "Se trata de una oportunidad a la que no le podemos fallar. Queremos construir una identidad con principios y estrategias compartidas que sirva de motivación para todos", sentenció.

El futuro de la Villa contará con un auditorio, equipamiento cultural, tascas y un bulevar que conecta con el casco urbano

Desde el primer momento en el que se tomó la decisión de llevar a cabo la reconstrucción del mamotreto, el grupo de gobierno quiso contar con la participación ciudadana, quienes estuvieron presentes en la lluvia de ideas que han dado paso a esta propuesta. Unos retos que, según Cristina Suárez, del instituto 20 grados, "han sido de altísima complejidad". Según aseguró, los procesos fallidos han dado a entender que es imprescindible contar con la ciudadanía para generar un espacio común, apoyándose en la frase de que "más vale un kilo de acción que una tonelada de teoría".

Sin perder la esencia

Un proceso de participación en el que contribuyeron personas de todas las edades y perspectivas a través de mesas temáticas, talleres y entrevistas personalizadas, en las que se preguntaba a la población cómo les gustaría que fuera el futuro de la Villa. Ahí, se respondieron a preguntas como la de qué espacio se necesitaba, para qué o cómo debía ser el espacio. Entre esas solicitudes, uno de los mayores deseos de la población fue la de contar con espacios verdes para conectar con la naturaleza, la construcción de una amplia plaza con terrazas que involucre a todas las generaciones o la implantación de locales y restaurantes. Espacios deportivos y la apuesta por el pequeño comercio y el comercio local. Todo ello, con el mayor cuidado de no perder la esencia del municipio.

De izquierda a derecha, María Lozano, Bravo de Laguna, Teodoro Sosa y Rosalía Rodríguez

De izquierda a derecha, María Lozano, Bravo de Laguna, Teodoro Sosa y Rosalía Rodríguez / Andrés Cruz

Los vecinos de Santa Brígida, a pesar de la hora, acudieron a la cita para conocer los resultados del futuro de la Villa, y no dudaron en sorprenderse a la hora de ver, por primera vez, la infografía del proyecto. Sonrisas, aplausos, y algunos cuchicheos daban a entender que el trabajo había sido bueno, aunque no todos estuvieran de acuerdo. Graciela, que lleva viviendo en el municipio toda la vida, asegura que por mucho que quiera, su edad no le permitirá ver ese nuevo diseño. "Me gusta la idea del jardín botánico, porque tienen que dar vida a esto", expresa. Sin embargo, entre las propuestas, ha echado en falta alguna atención con el centro de mayores. "Ahora mismo está muy lejos, y los mayores tenemos que ir y venir caminando", sentencia. Pilar, por su parte, califica el proyecto como esperanzador. "El proyecto es fantástico, al igual que el hecho de que hayan escuchado a los vecinos", asegura. "Me gustaría saber cuándo lo van a empezar, porque ya hay ganas de usarlo, aunque soy consciente de que todo dependerá de los intereses políticos", finaliza.

Teodoro Sosa: «Esto va a ser un punto de encuentro no solo para las medianías, sino para toda la isla»

Además del centenar de vecinos, al centro cultural también acudió Teodoro Sosa, vicepresidente segundo y consejero de Presidencia del Cabildo de Gran Canaria, la concejala de urbanismo María Lozano, la concejala de participación ciudadana Rosalía Rodríguez y el alcalde del municipio de Santa Brígida, José Miguel Bravo de Laguna junto al grupo de gobierno y a los representantes del instituto 20 grados. Al finalizar la presentación de la propuesta, Teodoro Sosa tomó la palabra para mostrar su agrado con lo visto. "Los vecinos están demostrando que quieren desarrollar el futuro de la Villa que quieren y esto es un claro ejemplo", dijo. "Se trata de un espacio para dedicarle tanto cabeza como corazón, porque no es un proyecto cualquiera, sino que esto va a ser un punto de encuentro no solo de las medianías, sino también de Gran Canaria".

Ambiciosos y realistas

Por su parte, Bravo de Laguna hizo referencia a que esta iniciativa es un punto de arranque "para que Santa Brígida se convierta en un núcleo fundamental de la isla". Sin mirar hacia atrás y a lo que no se hizo en su momento, el alcalde del municipio calificó el fracaso del mamotreto como una oportunidad que ha marcado pautas importantes: la del uso socias, cultural y recreativo para que haya sostenibilidad, y además esté adaptado al siglo XXI. "Tenemos una ruina comercial del siglo XX y una oportunidad social para el siglo XXI". Sin embargo, hizo hincapié en la paciencia a la hora de llevar a cabo el proyecto. "Aquí somos ambiciosos, pero también realistas, y esto no va a ser de la noche a la mañana".

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