San Bartolomé de Tirajana

La dulce herencia de Wolfgang Dann

El que fuera propietario del Café Viena de Playa del Inglés falleció a los 63 años justo cuando se preparaba para celebrar el 50 aniversario del establecimiento que fundó su tía María Amrhein.

El alemán Wolfgang Dann y la palentina Yolanda Gutiérrez atienden a varios clientes.

El alemán Wolfgang Dann y la palentina Yolanda Gutiérrez atienden a varios clientes. / LP/DLP

Nació en Alemania en 1961, pero desde 1986 vivía en Gran Canaria, donde trabajó en distintos puestos del Café Viena que en 1974 inauguró su tía. Wolfgang Dann se convirtió en maestro pastelero que durante 38 años endulzó el paladar de todo aquel que se acercaba al negocio del que fue propietario en los últimos ocho años. Estaba preparado para celebrar este sábado el 50 aniversario del local, pero falleció hace dos meses.

Estaba muy entusiasmado y deseoso de que llegara este 20 de abril para celebrar por todo lo alto y con sus clientes los cincuenta años del negocio que su tía María Amrhein fundó tal día como este sábado en 1974, pero la muerte lo sorprendió cuando ya incluso tenía las invitaciones diseñadas. El alemán Wolfgang Dann, el último propietario del emblemático Café Viena del Centro Comercial Cita de Playa del Inglés, falleció el pasado 20 de febrero a los 63 años después de unos meses delicado de salud, y tras de sí deja un establecimiento que desde sus inicios se convirtió en un referente para la comunidad alemana de Gran Canaria y, con el tiempo, en punto de encuentro para miembros del colectivo LGTBI.

En la imagen, a la izquierda, la fundadora del Café Viena, María Amrhein, y a la izquierda Yolanda Gutiérrez, junto a un cliente.

En la imagen, a la izquierda, la fundadora del Café Viena, María Amrhein, y a la izquierda Yolanda Gutiérrez, junto a un cliente. / LP/DLP

Wolfgang Dann voló a Gran Canaria en 1986 siendo un joven de 25 años que aún no tenía oficio. Llegó para incorporarse a la plantilla del café, primero como el conductor que cada día tomaba la autopista para ir a buscar las tartas a Las Palmas de Gran Canaria, luego como camarero, después como pastelero y finalmente como propietario. Y también lo combinó todo. Nadie como él conocía el negocio al que pasó 38 años vinculado y del que fue propietario durante los últimos ocho años, después de que su tía se hiciese a un lado. El local cumple este sábado 50 años de su apertura, pero con la nostalgia de la ausencia de Wolfgang, a quien sus empleados y familia rendirán un homenaje cuando reabra sus puertas al público el próximo mes de septiembre.

Wolfgang Dann llegó a la isla hace 38 años y empezó a trabajar como conductor, camarero y pastelero

Fue el 20 de abril de 1974, cuatro años después de la apertura del Cita, cuando la ciudadana alemana María Amrhein se armó de energía y abrió las puertas de su negocio en un pequeño local ubicado en una de las esquinas de la planta alta del recinto comercial. Lo hizo sola, con valor, como la vida le fue encaminando, pero con el propósito de ofrecer en su Café Viena un surtido de cafés y tartas capaz de atraer a los paladares más golosos. Y lo logró porque por el establecimiento empezó a desfilar desde el minuto uno un ejército de amantes de las tartas selva negra y de ruibarbo que se ha mantenido hasta la actualidad.

Aquel 20 de abril, María Amrhein levantó la persiana para atender a sus primeros clientes, a los que servía las tartas que compraba a dos pasteleros alemanes en Las Palmas de Gran Canaria. Estaba sola y le echó horas al negocio, pero la cosa le fue tan bien que apenas dos meses después, en junio, contrató a sus dos primeras empleadas. «Al principio siempre quería contratar a mujeres», recuerda la palentina Yolanda Gutiérrez, trabajadora del café desde 1976 y pareja del fallecido Wolfgang Dann.

Imagen del expositor del local donde se observan las distintas tartas que el propietario del local elaboraba cada mañana para ofrecer a los clientes

Imagen del expositor del local donde se observan las distintas tartas que el propietario del local elaboraba cada mañana para ofrecer a los clientes / LP/DLP

Pese a eso, contrató tiempo después a Teo y Mila Gutiérrez, hermanos de Yolanda, con experiencia en la hostelería en Mallorca. Fue en 1976, con apenas 16 años, cuando Yolanda voló a la isla y se incorporó a la plantilla del Café Viena junto a sus hermanos. La plantilla crecía y la fundadora necesitó un encargado, puesto que ocupó Carlos Garzón. El Café Viena puede presumir de mantener todavía a parte del personal con el que arrancó su andadura.

La buena marcha del negocio motivó a María Amrhein a comprar en 1985 el local contiguo, aprovechando que su propietario lo puso en venta, para ampliar su establecimiento. Y cinco años después, en 1990, decidió montar su propia pastelería, así que adquirió toda la maquinaria y habilitó un almacén como obrador. Fue entonces cuando un amigo alemán residente en Lanzarote se desplazó a Gran Canaria e instruyó a Wolfgang en la elaboración de tartas, lo que supuso un punto de inflexión para el Café Viena. Ya como pastelero, Wolfgang se levantaba cada día a las 06.00 de la mañana para empezar a elaborar la treintena de tartas que ofrecía en su negocio. «Y así durante diez meses al año, sin un día libre», recuerda su esposa, «pero para él el café era su vida».

Durante años, Wolfgang y Yolanda fueron compañeros de trabajo, sin más. Hasta que después de separarse, Wolfgang la invitó a cenar, invitación a la que accedió como compañera. Pero casi sin darse cuenta, una cena aquí y un café allá, iniciaron una relación en 2004 que ha durado 20 años. «Desde que me separé, Wolfgang estuvo a pico y pala, y yo no entendía por qué estaba sucediendo eso», recuerda Yolanda. Tuvieron un hijo, Christian, que ahora tiene 18 años, pero nunca llegaron a casarse. De hecho, cuenta muy emocionada, Wolfgang le había pedido matrimonio recientemente y tenían previsto casarse este año.

Su ausencia es dura, pero a Yolanda todavía le quedan fuerzas para cumplir el último deseo de su pareja durante dos décadas: volar a Frankfurt para llevar las cenizas de Wolfgang a reposar en su pueblo natal. Lo hará en las próximas semanas.