Entrevista | José Luis Rodríguez Quintana Acalde de Valleseco y presidente de la Mancomunidad del Norte

José Luis Rodríguez Quintana: «Cuando tenemos objetivos, no hay ideologías ni enfrentamientos»

Los estatutos de la Mancomunidad del Noroeste establecían en esos primeros años un relevo en la presidencia cada dos años entre municipios. A partir del año 1997 se fijó que sea rotatorio cada año natural. Desde enero la presidencia la ocupa el alcalde de Valleseco, José Luis Rodríguez (1969). 

José Luis Rodríguez Quintana

José Luis Rodríguez Quintana / LP/DLP

Javier Bolaños

Javier Bolaños

¿Cómo ha vivido la evolución del Norte en estas décadas?

Desde el año 2007 he sido uno de los representantes de Valleseco en el pleno junto a Dámaso Arencibia como alcalde. Al principio había un cierto ombliguismo, porque la costumbre era poca de mancomunar servicios. Pero, poco a poco, he visto que cuando la Mancomunidad tienen objetivos, no tiene ideologías ni enfrentamientos. Así se alcanzó el Nuevo Teatro Viejo para tener la sede, o la financiación del Mercado de Guía, y el Parque Científico y Tecnológico de Gáldar. Con la crisis hubo una merma de mancomunar servicios pero ahora estamos retomando la estrategia de sacar licitaciones conjuntas. El objetivo es tener servicios compartidos que ahorren costes.

¿Por ejemplo?

Hemos hecho un barrido para ver los que interesan compartir. Esta semana salió la primera de telecomunicaciones, tenemos intención de sacar de nueva la energética, los servicios de vigilancia y seguridad, seguros, y de otros servicios como de fotocopiadoras.

En su momento fracasó el contrato conjunto de recogida de basura. En el caso de Valleseco, Tejeda y Artenara acaban de contratarlo juntos. ¿Es posible llevarlo a más pueblos?

El problema es que en un espacio tan amplio, compartir recursos que hay que llevar de un lado a otro se demostró que es complicado de gestionar. En ese caso son tres municipios que puede ser similares. Pero entre los grandes hay mucho desequilibrio. Pero cuando no hay que desplazarse a otros municipios, como es el caso de la energía, es susceptible y abarata los costes.

En el proceso inicial se habló de mejorar la calidad de los servicios, pero también de la posibilidad de unir municipios. ¿Es posible?

No, nunca se ha hablado.

¿Hay algún otro municipio interesado en entrar a la Mancomunidad ahora?

No tengo noticias. Lo cierto es que todo el noroeste es susceptible de unirse. Pero también cuando se amplía demasiado una mancomunidad, y entre más grande es, más difícil es consensuar opiniones y trabajar en servicios.

Hace una década se movilizaron para luchar contra los desequilibrios con el sureste y el sur por la fortaleza del turismo. ¿Cree que ya se han corregido las inversiones para evitar un progreso a distintas velocidades de Gran Canaria?

Claro que en la Mancomunidad del Sureste son municipios con recursos económicos diferenciados al Norte. Las diferencias de infraestructuras y la implementación de recursos públicos en la parte de Las Palmas hasta Mogán ha sido claramente diferencial, pero se está viendo que el Norte está presionando lo suficiente para que infraestructuras como la carretera GC-2 llegue a La Aldea, y que la variante de Bañaderos tenga recursos para que el Gobierno de Canarias piense en ejecutarlo en esta legislatura. Nosotros seguiremos insistiendo en que Gran Canaria en gran parte tiene esa belleza porque el paisaje diferencial lo pone el norte. Y casi todas las rutas turísticas y esa diferenciación del sol y la playa con el interior lo pone el norte. Por eso hay que destinar recursos para que nuestro principal recurso económico, que es el turismo, pueda tener esa belleza extra que le da el mosaico paisajístico de la agricultura. El Gobierno de Canarias, y yo creo que así se han dado cuenta, tiene que virar esa financiación extra para generar infraestructuras. En eso se está hablando en la Presidencia del Gobierno con las inversiones para los municipios de menos de 10.000 habitantes, que en de Gran Canaria están en esta parte de la Isla. Quiero decir que las medianías y el noroeste de la Isla claramente necesitan un apoyo diferencial de infraestructuras, para que la España vaciada no siga afectando a estos municipios.

En los planes estratégicos se ha notado también esa evolución social y económica. Antes se luchaba por las grandes infraestructuras, y ahora se prima un desarrollo sostenible y el cuidado medioambiental. ¿Qué Mancomunidad quiera para las próximas décadas?

Una de las propuestas que hice en la toma de posesión de la Presidencia era que durante este año que estoy yo iba a intentar poner las primeras piedras sobre proyectos que afectaban a la sostenibilidad de la Mancomunidad, en cuanto a posibilitar la generación de energía barata y agua en abundancia. Los proyectos que debe desarrollarse a futuro como proyectos emblemáticos a los que debe dedicar atención serían energéticos para garantizar el agua a los municipios. Sobre todo a las parte altas de la isla. Está claro que el Consejo Insular de Aguas del Cabildo ha hecho una labor importante en cuanto a garantizar el suministro para riego y abasto en las cotas bajas. Pero tenemos una asignatura pendiente para garantizar el agua, no solo para la parte sur, sino para el norte, donde las cumbres y las medianías pueden tener problemas a futuro. Hay que evitar posibles sequías en cumbres y medianías, y ahondar en los suelos antropizados para generar energías limpias. Y que se puedan servir para desalar agua y aportar caudales en las zonas bajas, mientras las de las zonas altas nutran a esas poblaciones. Con agua en abundancia y energía barata, las empresas interesadas en posicionarse en el norte lo tendrán más fácil.

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