"Lanzarote trabaja en un Plan de Sostenibilidad que consideramos necesario e imprescindible para reaccionar a tiempo y evitar las consecuencias de una crisis que hoy pocos dudan que ya gravita sobre nosotros". Con estas palabras, la presidenta del Cabildo, Manuela Armas, enfatizó la preocupación del grupo de Gobierno insular por la amenaza que supone para la Isla el progresivo encarecimiento del petróleo. "Nuestro plan es el idóneo para garantizar que la calidad de vida y la posibilidad de desarrollo de la que disfrutan los lanzaroteños hoy en día no se ponga fuera del alcance de la mayoría de los ciudadanos ", apuntó la presidenta durante la I Conferencia Canaria de Ciudades y Pueblos Sostenibles, celebrada esta semana en Santa Úrsula, Tenerife.

En su exposición, la presidenta reclamó la colaboración del Gobierno de Canarias. "Lanzarote no puede llevar a cabo esta tarea sola y por ello ha recabado la ayuda del Gobierno de España y de la Unión Europea", apuntó Armas. "Es necesario además que el Ejecutivo autónomo promueva un Plan de Desarrollo Sostenible en cada isla, en cada comarca, en toda Canarias. Esta tarea debe hacerse de manera urgente y en ella deben concentrarse todo el esfuerzo y todos los recursos", señaló.

Manuela Armas, que forma parte del Comité de Honor de las Jornadas, junto al presidente regional, Paulino Rivero, otros mandatarios insulares y los rectores de las Universidades canarias, criticó lo que considera "falta de voluntad y de medios con que el Gobierno de Canarias afronta el cambio de modelo de desarrollo".

En un ejercicio de autocrítica, la presidencia reconoció ante el foro que Lanzarote "es la más insostenible de las islas y por tanto, la que necesita el remedio más rápido y eficaz". "Necesitamos importar el 98 por ciento los bienes de primera necesidad, el turismo nos llega en barco y avión y el agua desalada exige de una enorme inversión energética", señaló la presidenta.