Los conejeros se comportaron ayer como unos pacientes ejemplares al seguir al pie de la letra la receta del médico chino que el pregonero de los carnavales de Arrecife, Pepe García, citó durante la lectura del pregón que daba el pistoletazo de salida a las fiestas más disparatadas del año. Y es que el galeno mandarín aconsejaba a los arrecifeños que no fueran gandules y que se echaran a las calles a disfrutar de los carnavales.

Y bien que siguieron las prescripciones médicas porque en la Vía Medular de Arrecife no cabía en la tarde noche de ayer ni un alfiler. Miles de mascaritas decidieron que había que dejar aparcada la crisis para gozar de las carnestolendas. Aunque algunos aprovecharon las fantasías de sus disfraces para quejarse, como los que portaban unas particulares señales con las tijeras alusivas a esos dichosos recortes.

El que no paró de saludar era el mismísimo Pepe García, el carnavalero con más pedigrí de Lanzarote, que estuvo acompañado en todo momento por una verdadera corte de chinitas. Un mandarín que por el número de personas por metro cuadrado que se dieron cita ayer en el coso podría decir que estaba como en su casa.

Hasta el Ayuntamiento de Tinajo se quiso sumar a la fiesta con su carroza alusiva al año de la serpiente. Estaba claro que el chino era el color del carnaval.

"A ver la gente de Lanzarote esas manos arriba", era el grito de guerra de muchos de los djs que a lomos de las carrozas hacían brincar de lo lindo a cientos de mascaritas. Una de esas carrozas, de las 40 que participaron en el coso, estaba repleta de superhéroes hasta el punto que remolcaba el auténtico coche fantástico de Batman.

Del barrio de Argana Alta llegó una enorme Babycuna repleta de unos chinijos que aunque todavía llevaban pañales daba la impresión que sabían más de la cuenta. Una lavadora humana con centrifugado incluido, un soldado de operaciones especiales encapuchado con un saco de papas (los recortes llegan hasta el ejército) y submarinistas a los que la marea carnavalera dejó en medio de Arrecife eran algunas de las mascaritas que ayer pululaban por la capital.

Tras el desfile, la fiesta continuó con el ritmo latino de Henry Méndez que actuó pasadas las once de la noche en el parque José Ramírez Cerdá a ritmo de reggeaton, rap, latin house y dance. Razón tenía Pepe que en Arrecife no hay gandules. Al menos en carnaval.