La producción de espárragos trigueros se encuentra en pleno periodo de recolección en la finca Tres Peñas, situada entre la localidad de Mácher y la costa del municipio de Tías. El agricultor ecológico Manuel Peláez introdujo hace unos tres años este cultivo en Lanzarote, el cual ha logrado adaptarse perfectamente al clima de la Isla y al suelo de rofe en el que este productor ha realizado su plantación, más de 1.000 ejemplares en una superficie de unos 1.500 metros cuadrados.

Desde febrero y hasta mediados de junio, Manuel prevé recoger unos 3.000 kilos de estos deliciosos brotes crecidos (unos 20 kilos diarios), que también darán cosecha entre octubre y diciembre, aseguró este productor. Los manojos de espárragos los vende en las cestas ecológicas que prepara por encargo junto a otros productos que cultiva con mimo y esmero, y también en los mercados de Tahíche (jueves), Arrecife (sábados) y la Villa de Teguise (sábados). A su vez exporta a Fuerteventura, Gran Canaria y Tenerife. Vende a 2,75 euros el manojo de entre 14 y 16 unidades.

Manuel destacó que esta planta es "rústica, lo que favorece que no se le peguen plagas y, además, se adapta bien al clima. Los suelos de rofe conservan la humedad, que tanto necesitamos aquí". Añadió que "el jable es más ligero, lo que permitiría sacar una producción aún mayor".

De hecho, la Concejalía de Agricultura del Ayuntamiento de Teguise prepara una hectárea en una finca de jable situada en la zona denominada El Monte, en la trasera del Complejo Agroindustrial de Teguise, para ensayar la producción de espárragos en ese tipo de suelo en su municipio y fomentar la diversificación de la actividad agraria, señaló la ingeniero técnico agrícola del consistorio, Cecilia Reyes. Hay "dos o tres agricultores de Teguise que ya se han iniciado en esa producción, pero aún de forma testimonial", dijo Reyes.

El riego que necesita cada planta, una vez por semana, es de tres litros de agua potable, precisó Manuel. Detalló que "la regla "de oro" para las plantaciones de trigueros es que "las mismas no se pueden cortar antes de año y medio desde su siembra y la recolección debe ser siempre en primavera. De cada mata salen entre siete y ocho unidades".

Asimismo, explicó que "el cultivo da para diez años y es fundamental respetar su ciclo de producción". Alabó el aporte de vitaminas, sales minerales y bajo valor energético que contienen los trigueros para una dieta sana y equilibrada. El 90 % de su composición es agua.

Manuel Peláez está convencido de que "se puede vivir de la agricultura", a la que se dedicó de lleno tras pasar décadas en la hostelería.