La tierra de Lanzarote es muy agradecida y ni las flores se resisten a crecer en un paisaje árido y sin huellas aparentes de vida, que el agricultor ha convertido en fértil.

Después de más de tres décadas en la hostelería, Rafael Perera decidió dejar su puesto de director en un complejo turístico de Costa Teguise y lanzarse de lleno al campo como floricultor para ayudar a su hijo David, que también se dedicaba al sector. El joven emprendió la aventura de este proyecto familiar hace cuatro años, en plena crisis, y "sin conocimientos sobre este cultivo", en el que junto a su padre se ha introducido "poco a poco". Hacía tiempo que a David le rondaba por la cabeza dedicarse a la agricultura y al final lo ha conseguido. Tanto él como como Rafael viven de esta peculiar producción.

Un terreno de unos 4.500 metros cuadrados en la zona conocida como Las Toscas (municipio de San Bartolomé), propiedad de un familiar de Rafael y dedicado en su día a la plantación de cereales, es el lugar que David y Rafael han convertido en eterna primavera, pues la finca produce flores durante todo el año.

En la actualidad sirven a siete floristerías ubicadas en distintos municipios de Lanzarote y al establecimiento que ellos mismos han montado en San Bartolomé, Floristería Malola.

Apenas han notado la crisis en la venta de flores, pues "en contra de lo que se pudiera pensar, la gente no ha dejado de comprar flores para llevar a sus difuntos al cementerio ni de adornar con ellas sus casas. Hace poco una clienta me dijo que si quita el toque de alegría que le dan las flores, entonces no sabría qué hacer", señaló Rafael.

Claveles, liliums, limoniums, siemprevivas y yerberas son algunos de los nueve tipos de plantas que siembran de colorido Las Toscas. "Cada semana realizamos plantaciones y cortamos", aseguró Rafael. Él y David se las han tenido que ingeniar para proteger del viento la delicada plantación, ya que "no está permitida la instalación de invernaderos", dijo Rafael. Telas que ejercen de cortavientos y cuerdas para atar los tallos son las soluciones que han encontrado para que sus plantas no se pierdan. Las riegan dos veces por semana con agua depurada y con esa misma frecuencia las sulfatan para prevenir las plagas.