El carnaval porteño convirtió ayer la avenida marítima de Arrecife en un torrente de ritmo, color y alegría. El buen tiempo, con una jornada soleada, animó aún más la fiesta, en la que participaron miles de personas. La mayoría del público acudió sin disfrazar, pero las ganas de disfrutar del ambiente quedaron patentes desde media mañana. Los más madrugadores fueron los chinijos, quienes compaginaron los talleres de pinturas de caretas con saltos en las colchonetas y pequeñas coreografías dirigidas por una animadora.

El pasacalles que partió pasadas las doce del mediodía a la altura del ayuntamiento, en dirección al parque Islas Canarias, lo encabezó la comparsa de Tahíche (Teguise), Los Cumbacheros. El baile y la percusión de esa agrupación, junto al despliegue de los comparseros de Sur Caliente (Tías) y Los Yaiceros (Yaiza) y las batucadas Woman Batuca, Villa Pipol, Menuda Caña, Bentchey y Merekumbé, hicieron de Arrecife el mejor escaparate carnavalero para residentes y visitantes

Pero el jolgorio no terminó cuando esos grupos hicieron su entrada en el parque Islas Canarias arropados por los espectadores. La música rock y pop de la década de los años ochenta se adueñó de ese recinto con la actuación de la banda grancanaria Los Lola.

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