Un grupo de mujeres de La Graciosa está empeñada en que las tradicionales camisas gracioseras que utilizaban los pescadores de la octava isla para salir a faenar se conviertan en una auténtica prenda de colección. La primera iniciativa para poner de moda a las 'gracioseras' ha sido la puesta en marcha de un taller de corte y confección con el que se pretende rescatar una tradición casi centenaria. El objetivo último sería crear una cooperativa para la elaboración y comercialización de esta prenda.

"En principio lo que queremos es que la tradición de nuestras abuelas y madres no se pierda" señala Milagros Toledo, quien cree que este proyecto podría ser una buena opción para fomentar el empleo a través de una cooperativa. De hecho, la Cámara de Comercio organizaba la semana pasada a los participantes del taller una jornada sobre técnicas de venta por internet, creación de cooperativas y diseño textil.

Rosa Delia Pérez, que ha sido la encargada de impartir el taller, destaca que antiguamente no se hacían patrones sino que se cortaban una encima de otra. De hecho, la tela con la que se confeccionaba esta prenda de faena de los pescadores se realizaba con una tela mucho más gruesa y fuerte denominada mahón (de color azul) originaria de China y que exportaban los ingleses al continente europeo a través del muelle de Mahón en la isla de Menorca. "Ahora utilizamos franela o gabardina, dos clases de telas que son menos resistente", señala Rosadelia.

Sin embargo, los nuevos tiempos ha hecho que las gracioseras sean tanto para hombres como para mujeres. ""Como es lógico la de las mujeres tienen otro corte por el pecho" . La irrupción de los nuevos textiles ha hecho también que el color azul de las prmeras camisas se haya variando por otros tonos y colores pero siempre respetando el mismo modelo.

"Aunque el modelo siempre es el mismo hay algunas variaciones que se pueden apreciar en las "letillas", es decir, en las aberturas del escote que pueden ser más gruesas o más finas", destaca Rosadelia quien añade que en algunas ocasiones las camisas se llegaban a confeccionar con retales que sobraban de otras gracioseras o de otros vestidos. "Se hacían camisas con lo que había", añade Milagros.

Varios artesanos de Lanzarote realizan desde hace años estas 'gracioseras' como vestimentan típicas para las romerías de la isla. Prendas que se suelen vender fundamentalmente en la Feria Insular de Artesanía en Mancha Blanca. Sin embargo, el objetivo es que sean los propios gracioseros los que controlen todo el proceso de creación y comercialización de una vestimenta que goza de una gran aceptación. "Creemos que somos nosotros los que mejor sabemos hacerlas", señala Milagros.