Las familias de los menores desaparecidos en El Confital viven en vilo casi dos meses después

Alejandro y Yassine desaparecieron en la costa de La Isleta el pasado 8 de marzo cuando fueron a pescar

Un surfero de El Confital habla sobre la peligrosidad de la zona

C. T.

Las familias de Alejandro y Yassine viven en vilo casi dos meses después de la desaparición de ambos. Los dos menores, de 17 y 16 años respectivamente y naturales de Las Palmas de Gran Canaria, desaparecieron el pasado ocho de marzo en la costa de El Confital cuando fueron a pescar. Desde entonces, pese a todos los esfuerzos hechos por el dispositivo de búsqueda que desplegaron en la zona los distintos cuerpos de seguridad y emergencias, nada se ha vuelto a saber de ellos.

«Estamos mal», señala David Sedeño, padre de Alejandro. Natural de Algeciras, se desplazó junto al abuelo del chico a la Isla en el primer vuelo que encontraron. «Cada vez pasa más el tiempo y lo echamos más en falta», reconoce. Y es que, aunque vivían en puntos distintos -el joven residía con su madre en un barrio de Ciudad Alta-, «hablábamos a diario, estábamos muy unidos». En la familia, todos siguen «en shock».

De hecho, el pasado fin de semana «fue la primera comunión de su prima y él tenía billetes para venir, notamos su ausencia». También tenía previsto pasar las vacaciones en Algeciras en agosto, como hacía cada año desde pequeño, pero en esta ocasión será su padre el que vaya a la isla para estar junto al resto de la familia, indica, «cuesta trabajo aceptar lo que ha ocurrido».

La Guardia Civil realiza una "búsqueda exhaustiva" de los menores en El Confital tras mejorar el estado del mar

G. C.

Hassna Hatri, hermana de Yassine, se vio obligada a cambiar su vida nada más conocer la noticia de la desaparición de su hermano pequeño. Estaba viviendo en Alemania y dejó todo para regresar a la Isla y estar junto a sus padres. Casi dos meses después, aun en la capital grancanaria, donde piensa quedarse, la joven reconoce que «nada va a cambiar».

«Hace poco la Policía nos dijo que sacan a veces los drones», apunta, aunque es consciente de que es muy difícil que aparezca algún tipo de pista. «Lo intentamos llevar lo mejor posible, a ver si hay algún milagro», resalta. Una ausencia que también notan en el equipo de fútbol donde jugaba, el Unión Viera, cuyos compañeros le hicieron un homenaje.

Dispositivo de búsqueda

Desde que se suspendiera el dispositivo de búsqueda el pasado 19 de marzo poco ha cambiado. Aquellos días se hizo «un gran esfuerzo», cuentan, Policía Nacional y Local y Guardia Civil desplegaron medios por tierra, mar y aire. De hecho, llegaron a vigilar la Punta de Abona y Punta de Rasca, en el sureste de Tenerife.

Búsqueda de Alejandro y Yassine en El Confital

Los investigadores han relacionado la desaparición de ambos jóvenes con un posible golpe de mar. Ambos se adentraron por el litoral de La Isleta, hasta la zona militar, en una zona muy frecuentada por los pescadores pese a estar restringida.

Aquel día el mar batía fuerte. De hecho, las corrientes y el mal en tiempo en general dificultaron las labores de búsqueda los primeros días. Las embarcaciones de la Guardia Civil apenas se podían acercar unos metros y los buzos no lograron sumergirse con efectividad hasta pasados varios días de la desaparición de los chicos.

Los buzos de la Guardia Civil exploran nuevas cuevas para buscar a los menores desaparecidos en El Confital

G. C.

Esta costa de La Isleta no solo se caracteriza por estar expuesta a las fuertes corrientes del Norte. La naturaleza volcánica de la zona y el mar han moldeado una costa con más de 8.000 cuevas, con fuertes desniveles y recovecos. Un terreno complejo, donde las inmersiones normalmente solo se recomiendan a las personas más experimentadas.

Mientras todo aquello pasaba en el litoral, las familias se mantuvieron expectantes en la atalaya del barrio de Las Coloradas. Los vecinos de este enclave y los pocos restaurantes dieron su apoyo a quienes peor lo estaban pasando en ese momento. Sacaron mantas, café y hasta les ofrecieron usar el baño. Toda ayuda era poca.