Boda principesca en Vegueta

Aún resuena el eco de la boda de ensueño de Paulino Montesdeoca Viera y Catalina Elejabeitia Cortezo por la gran expectación que ha causado el enlace en la sociedad grancanaria, desde que salió el cortejo desde la casa de la novia de la plaza de Santa Ana al son de la marcha nupcial y llegara a la ermita del Espíritu Santo, donde esperaban unos 400 invitados y numerosos turistas que en ese momento recorrían los rincones más pintorescos de Vegueta.

La novia entró en el templo del brazo de su padre y padrino, el cirujano plástico, Javier Elejabeitia y González-Roca, mientras que el novio le daba el brazo a su madre y madrina, Cristina Viera Rodríguez. La Eucaristía fue celebrada por el sacerdote claretiano, Santiago Cerrato Cáceres, quien al final de la ceremonia leyó la bendición apostólica enviada en pergamino a los recién casados por el Papa Francisco.

 Una gran pantalla de televisión colocada en la plaza del Espíritu Santo contribuyó a que los asistentes y público que abarrotaban los alrededores siguieran el enlace. Entre los invitados se encontraban muchas caras conocidas de la sociedad española, destacando entre ellas la presencia del príncipe Kubrat de Bulgaria, y su esposa la princesa de Panagyurishte y duquesa de Sajonia.

Luna de miel en Australia

A su término, los invitados se trasladaron al club de Golf de Maspalomas donde se atendió espléndidamente a los invitados. Los recién casados iniciaron su luna de miel en Australia, a quienes les deseamos muchas felicidades.

Hay que recordar que el novio es hijo del político y abogado Paulino Montesdeoca de la Guardia, que fue concejal del PP en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y director de Patrimonio del Gobierno de Canarias, fallecido hace unos años, y nieto de otro de los políticos carismáticos del inicio de la democracia, el abogado Paulino Montesdeoca Sánchez, diputado en varias legislaturas de la entonces Alianza Popular, quien a sus acabados de cumplir 90 años presenciaba emocionado el enlace de su nieto desde el primer banco del hermoso templo.