El Ejército del Aire se ha dirigido al Ayuntamiento de Teguise para solicitarles la cesión de los dos misiles (uno americano y otro ruso) que se encuentran en una de las naves municipales del Complejo Agroindustrial de Teguise desde hace más de dos décadas. El objetivo del Ministerio de Defensa es colocar estos dos misiles en el Museo Histórico Militar de Canarias en el Castillo Fuerte de Almeyda de Santa Cruz de Tenerife.

Los misiles (un Scud de la Unión Soviética y un Lance M-251 del Ejército de Estados Unidos que estaban desplegados en Europa durante la denominada Guerra Fría) fueron adquiridos una vez desactivados por la Consejería de Turismo del Gobierno de Canarias dirigida en esos años por Miguel Zerolo para la construcción en Lanzarote de un Monumento a la Paz. Una propuesta que nació del artista lanzaroteño César Manrique y el escritor tinerfeño Alberto Vázquez Figueroa pero que nunca llegó a ejecutarse.

Vázquez Figueroa llegó incluso a incluir la idea en su novela El ciudadano Max aunque la ubicación de esa particular obra de arte con misiles estaba ubicada en Tenerife, lugar en el que se desarrollaba la trama sobre la extraña muerte del magnate multimillonario Max Campbell.

El Ayuntamiento de Teguise todavía no ha contestado a la petición formal del Ejército del Aire dado que no existe constancia de ningún documento en las dependencias municipales sobre la propiedad de estos misiles que llegaron a la isla entre diciembre de 1992 y abril de 1993.

En un principio el traslado de los misiles al Complejo Agroindustrial de Teguise se produjo durante la presidencia en el Cabildo de Lanzarote de Dimas Martín, que también fue en su momento alcalde de Teguise y responsable años antes de la gestión del Complejo. Lo cierto es que la idea de crear un Monumento a la Paz despertó el rechazo de diferentes colectivos de la isla y tampoco fue bien acogido por el Cabildo por lo que el armamento quedó en el ostracismo.

El fallecimiento en septiembre de 1992 del artista César Manrique hizo que la propuesta del Monumento de la Paz quedara también huérfana de uno de sus teóricos inspiradores. Aunque algunas versiones apuntan a que Manrique llegó a realizar un boceto para este monumento lo cierto es que en la Fundación César Manrique (institución que vela por la difusión y conservación de su obra) no existe constancia de ninguna propuesta elaborada por el artista.

Según fuentes municipales varios militares visitaron hace una semana las instalaciones del Complejo para ver las dos piezas armamentísticas y estudiar la posibilidad de su traslado hasta el Museo Militar de Tenerife. Durante la visita los militares sacaron diversas fotografías de los misiles, aunque en el caso del misil Lance sólo pudieron ver las tres carcasas donde se encuentran las distintas piezas del proyectil.

Y es que los misiles llevan más de diez años sin moverse del lugar en el que se depositaron por el enorme peso, que en el caso del Scud soviético alcanza las dos toneladas.

Hasta ahora ninguno de los grupos de gobierno que han pasado por el Ayuntamiento de Teguise desde diciembre de 1992 han adoptado ninguna decisión sobre los misiles, que actualmente están en una nave del Complejo en medio de todo tipo de material municipal en desuso. El Ayuntamiento baraja llevar este asunto a un pleno para adoptar un acuerdo institucional sobre una esta polémica 'herencia' y averiguar de una vez por todas a qué institución pertenecen los misiles.

Con una superficie expositiva en sala de más de 900 metros cuadrados, los fondos del Museo Histórico Militar de Canarias se distribuyen entre la zona ajardinada del exterior del Castillo y las dos plantas de su interior. La planta alta presenta un recorrido cronológico de la historia militar de Canarias en conexión con los acontecimientos de su entorno: la incorporación de Canarias a la Corona de Castilla, sus capitanes generales, la Gesta del 25 de Julio de 1797, etc.

En la planta baja del museo, situado en pleno centro de Santa Cruz de Tenerife, se exponen colecciones monográficas de armamento pesado, aparatos de medición y calibración, material de transmisiones, cartografía, arte y ciencia de navegar, maquetas, dioramas y una serie de piezas dedicadas al Ejército del Aire. En el patio central se muestra una colección de cañones del siglo XX y el Hércules, cañón aculebrinado fundido en Flandes en el siglo XVI que protegió las costas de Tenerife hasta el siglo XIX.