El fuerte calor, con temperaturas que alcanzaron los 30 grados a la una de la tarde de este sábado, no impidió que San Ginés Obispo saliera en procesión por las calles del centro de Arrecife, la ciudad de la que es patrón.

El reverendo Jesús Sastre, sacerdote de la Archidiócesis de Madrid y profesor de Teología, ya advirtió durante la homilía que en la procesión iba a haber “un poco de calor, pero con el ‘vientecito’ lo vamos a hacer con muchas ganas en honor a San Ginés”.

“Que él visite nuestras calles y nuestros hogares y vea lo que esta ciudad necesita, entre todos colaboremos y desde la autonomía de las instituciones vayamos dando respuesta a las necesidades de las personas, que es lo que interesa”, dijo Sastre dirigiéndose a las autoridades civiles y militares presentes en la misa. La Coral Arrecife interpretó los cantos de la ceremonia.

Sastre animó a seguir el ejemplo de generosidad de San Ginés, quien fundó en Manglieu (Francia) un monasterio con un hospicio para los pobres. El religioso aseguró que “siempre” le ha llamado la atención “la generosidad de las colectas de la parroquia de San Ginés, lo cual es un síntoma de que se quiere compartir porque buena parte de lo que se comparte va para las necesidades de la comunidad y necesidades de los más necesitados. Y ese es un buen signo de una comunidad el que quiera compartir”.

Añadió que “como San Ginés estamos llamados todos a ser santos, que es hacer lo ordinario de manera extraordinaria, con amor, entrega, sonrisa, solidaridad, comprensión, perdón y con servicio”. Instó a “recoger el mensaje y ejemplo de San Ginés en las pequeñas cosas de cada día, a transformar los corazones y las relaciones, transformando la sociedad para que cada vez se parezca un poco más a lo que Dios quiere”.

A medida que el santo avanzaba en su recorrido por la capital, incluida la avenida marítima, el número de fieles que lo acompañaron durante la misa y en las primeras calles del recorrido, iba mermando por el sofoco. Los abanicos, la escasa sombra que se podía encontrar en las aceras y algunos sorbos de agua fresca, entre paso y paso, fueron insuficientes para animar a todos los que se atrevieron a procesionar junto al trono desde que la imagen salió de la iglesia hasta que regresó al templo. Al llegar a la Boca del Muelle, a la altura de la Calle Real, una ligera brisa recibió al santo y a sus acompañantes, pero no pasó más allá.

Los alrededor de cuarenta músicos de la Unión Musical de Lanzarote que encabezaron el paseo con San Ginés guiados por efectivos de Protección Civil, se mantuvieron a lo largo de todo el trayecto, al igual que las decenas de vecinos y autoridades civiles y militares. Entre ellos, la alcaldesa de Arrecife, Eva de Anta, el concejal de Festejos, David Duarte, el alcalde de Teguise, Oswaldo Betancort, y los consejeros del Cabildo de Lanzarote de Educación y Centros Turísticos, Carmen Rosa Márquez y Echedey Eugenio, respectivamente.

En la capital aún quedan hoy dos grandes citas antes de que el baile de parrandas (23.30 horas en el recinto ferial) despida los festejos de este año: el concierto de Macaco (21.00 horas) en la playa de El Reducto y la gran quema de fuegos artificiales (23.00 horas), desde el Parque Marítimo.