Los avances en las excavaciones en el yacimiento de Fiquinineo, en el municipio de Teguise, llevan a los investigadores a reformular las ideas previas que se tenían sobre ese conjunto arquelógico, uno de los más importantes de Lanzarote.

Si en un principio se pensó que la casa honda que se descubrió en la Peña de las Cucharas estaba en la aldea de Fiquinineo, nuevos estudios barajan la posibilidad de que la citada estructura habitacional estuviera en lo que fue la aldea de Humarén. La cooperativa Prored, que lleva a cabo los trabajos por encargo del Servicio de Patrimonio Histórico del Cabildo de Lanzarote, se apoya para barajar ese emplazamiento "en diversos documentos históricos, sobre todo del siglo XVII". Así lo aseguró ayer Efraim Marrero, codirector de la investigación.

Las aldeas de Humarén y Fiquinineo se encuentran sepultadas bajo la zona del Jable de Arriba, entre Soo y la Villa de Teguise. "Gracias a los estudios realizados por José de León hemos descubierto que en realidad se trata de dos aldeas cuyos términos están unidos. No sabemos si la Peña de las Cucharas está al final del término de Fiquinineo o dentro de la aldea de Humarén, aunque creemos que probablemente esté dentro de esta última", detalló Marrero. El topónimo Humarén es de origen morisco, del norte de África.

La casa honda descubierta, mide 16 metros de largo y otros 16 de ancho, "es la más importante de la Peña de las Cucharas por lo que hemos constatado hasta ahora", destacó Marrero.

El arqueólogo añadió que "a raíz de los resultados de la prospección geofísica que se llevó a cabo con georradar, hemos comprobado que existen más estructuras enterradas en torno a la Peña de las Cucharas".

La casa honda articula la ocupación de la población aborigen, los majos, en esa zona de Lanzarote. "Hemos comprobado que se trata de una de las casas más grandes de estas dos posibles aldeas y, además, una vez empiezan a sucederse las visitas de los europeos a la Isla en los siglos XIV y XV, lo que hacen los europeos es reocupar la casa honda tras expulsar a los majos", afirmó Marrero.

Los europeos reacondicionaron los muros internos de las habitaciones que construyeron los majos para vivir en esas estancias.

Este nuevo proyecto, que se ejecuta desde este 2018, se desarrollará en tres anualidades y está financiado con 118.000 euros por el Cabildo. El objetivo, manifestó Marrero, "es ampliar la excavación hacia el exterior de la casa honda porque a partir de las prospecciones geofísicas hemos comprobado que hay otras estructuras adosadas a lo que sería la casa honda principal y también se extiende hacia la parcela de al lado de la Peña de las Cucharas. Hemos constatado que hay otras estructuras enterradas que formarían parte de ese poblado".

En la nueva intervención será necesario utilizar una grúa para retirar las grandes piezas de bloques de la entrada.

A lo largo de las prospecciones de los últimos años se han encontrado materiales de los distintos periodos de ocupación, desde los majos hasta finales del siglo XVII.

Entre las piezas halladas en el yacimiento figuran un colgante con pan de oro, navajas con el mango realizado en hueso de animales y decorados, monedas, la mayoría de ellas portuguesas posteriores a la conquista, un dedal en bronce, alfileres, botones, piezas de calzedonia ranuradas y un punzón en hueso de cabra.

En la intervención de 2016 apareció una bola de cañón metida en una de las remodelaciones de los muros, lo que arroja datos del devenir de Lanzarote en el siglo XVII con los ataques piráticos a la Villa de Teguise. También aparecieron una hoja de espada, una punta de lanza de hierro y de forma más reciente dos lámparas de hierro.

El de Fiquinineo es uno de los yacimientos del archipiélago canario en el que se han realizado más sondeos. El folclorista y artesano Juan Brito, fallecido el pasado febrero, dio a conocer el yacimiento en los años setenta del siglo XX.

Una conferencia divulgará el 26 de octubre en la Casa de la CulturaAgustín de la Hoz, en Arrecife, los trabajos realizados en el Jable de Arriba y los nuevos proyectos en marcha. En la cita intervendrán la restauradora Isabel Senén y los arqueólogos Juan Carlos García y Efraim Marrero.