Los pasajeros de un avión que sobrevolaban Lanzarote vislumbraron una manga marina en las inmediaciones de la isla, a causa de la borrasca que llegó el pasado lunes, y que aún no ha abandonado la isla.

El aviso amarillo por lluvias y tormentas que afectaba a la provincia de Santa Cruz de Tenerife y a Gran Canaria se saldó ayer con acumulados que no llegaron a superar los 35 litros por metro cuadrado en Hermigua (La Gomera), máxima del archipiélago, y que fueron recibidos de forma pausada y sin crear mayores incidentes que el desvío de varios vuelos a primeras horas de la tarde.

Lo más visible del episodio de inestabilidad con el que se estrena la primavera 2019 quedaba a más de 3.000 metros de altura, con el manto blanco con el que amanecía el Teide, esto en vísperas del 17 aniversario de la gota fría que dejó el 31 de mayo de 2002 en Santa Cruz de Tenerife la asombrosa cifra de 232 litros por metro cuadrado, de los cuales 130 cayeron en una sola hora.