La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista | Nuria Espert

"En Lanzarote han sabido darse cuenta de que César Manrique era un genio"

"La admiración que Alberti sentía por César le llevó a escribir uno de sus mejores poemas", afirma

Nuria Espert anoche en el escenario del auditorio de Los Jameos del Agua. d.r.

Usted ha vuelto a Lanzarote, justo para el centenario del nacimiento del artista César Manrique. ¿A quién conoció primero a Lanzarote o a César?

Primero conocí a Manrique y creo que fue en Tenerife. Y desde la primera vez hicimos una amistad enorme. Vine a Lanzarote con mi marido para estar con él y creo que hicimos una amistad de las que duran toda una vida. Nos enseñó y nos explicó Lanzarote, nos dijo cómo amar y querer la isla. Fuimos a sitios inolvidables que no he vuelto más. El gran viaje a Lanzarote lo hicimos con él, con el que entiendes y te emocionas con el lugar. Después, volver era hacerlo a sitios conocidos. Pero el primero fue un enamoramiento a primera vista. Me acuerdo que vine otra vez con Víctor García (director teatral fallecido en 1982) cuando representábamos Yerma, fueron dos personas que hablaban el mismo lenguaje, el de los genios.

Y además ha tenido el privilegio de dormir en la vivienda de César en Taro de Tahíche.

Es una de las cosas más bellas que he visto en mi vida y que más me ha sorprendido.

Otra de sus visitas fue con el poeta Rafael Alberti en el año 1979. ¿Qué recuerda de esos días?

Volví con Rafael Alberti para dar un recital en Los Jameos del Agua. Y ahí se conocieron César y Alberti. Estuvimos en su casa y hablamos de todo. César era un genio como los del Renacimiento, que saben de todo y que luego transforman en vida y creación. La amistad que surgió entre ellos fue tremenda. La admiración que sentía Rafael por César le llevó a escribir uno de sus mejores poemas. Alberti quería reflejar de alguna manera su admiración en ese verso 'Pastor de Vientos y Volcanes' que le da a César una dimensión como de tragedia griega. Es un verso épico, parece de Homero.

Un poema que ahora interpreta usted en Lanzarote. ¿Qué siente volver a Jameos?

Es un poema que conozco bien y leerlo me va a dar una emoción tremenda. Pero vale la pena ese estremecimiento para rendirle homenaje a César, a tanta gente que le ha querido y respetado. En Lanzarote, han sabido darse cuenta de que tenían un genio. Y eso es muy raro porque el viejo refrán de 'Nadie es profeta en su tierra' no se cumplió. César en vida difrutó del amor y la admiración de la gente. No es uno de esos genios que es reconocido después de la muerte. Él en vida supo convencer a la gente necesaria para hacer cosas grandiosas y ha dejado su legado para siempre en las piedras, en las montañas... Y Alberti con esos versos exaltados nos da esa imagen grandiosa de la persona que era César. En el fondo Alberti habla de si mismo por la impresión que le ha causado César. Es un poema inspirado en lo que estábamos viendo y viviendo en las largas conversaciones que mantuvimos, no solo de arte y la cultura sino también sobre la vida.

Es que César era una persona muy vitalista.

Absolutamente, amaba la vida, sabía disfrutar de cada momento. Era divertido. Le recuerdo riéndose como un muchacho. Fue un ser inolvidable.

¿Qué siente cuando se sube a un escenario? ¿Es ya un hábito después de tantos años?

Subirme al escenario es siempre la misma ansiedad. El mismo deseo de dar lo mejor de mi misma. Ser una buena actriz y hacerlo lo mejor que sepa.

¿Qué usted diga que tiene que ser una buena actriz con su trayectoria artística, algo le podremos perdonar?

No, para nada. Todos los días hay que intentar darlo todo, todos, todos, todos los días. A dar lo mejor de una misma. A conectar con el público a hacerle sentir, estremecerle, divertirle, emocionarle. Ese es mi oficio, que me gusta tanto.

¿Y de dónde saca tanta fuerza para subirse a los escenarios?

Hay que tener energías, ganas y que el cuerpo y la salud (la voz, la memoria... ) te responda. Son una serie de cosas que no depende de uno sino de la naturaleza.

Romancero Gitano se estrenó con un clima político bastante complicado por lo que vivió Lluis Pasqual en Cataluña. ¿Cree que la situación ya se ha tranquilizado?

Aparentan que se ha serenado un poco, pero lo que tiene que ocurrir es que se serene del todo. La política tiene que hacer su trabajo, que no son gritos, insultos, ni descalificaciones de los adversarios. Eso es basura. Hay muchos problemas no solo en España sino en Europa y en el mundo. Hay tanto peligro en todas partes y tanto que hacer que no se puede perder el tiempo en ir insultando a tu adversario cuando tienes sobre la mesa del despacho, veinte cosas que tienes que arreglar inmediatamente.

Volvamos a Lorca, usted siempre ha mantenido que su carrera ha estado marcada por el dramaturgo granadino.

Le debo muchísimo, yo lo recitaba desde que era niña. Dirigí en Londres de la mano de Lorca la Casa de Bernarda Alba, que me abrió las puertas en el mundo entero y de la dirección en Estados Unidos. Por mucho que le represente seguiré con esa deuda porque lo que él da es una generosidad que no tiene fin. Me gusta decir con alegría que sus libros se están leyendo más que nunca. Está en un primerísimo plano de la cultura europea.

Y en 'Romancero gitano' la mujer es una de las grandes protagonistas.

Lorca es quizá en la historia de la literatura, el poeta que más hacia adentro ha visto a la mujer, que la ha comprendido, amado y que ha escrito unos personajes femeninos únicos más que Shakespeare. Ha escrito unas mujeres solas, frustadas, amargas, dulces... No sé de otro autor en el mundo que haya profundizado tanto en el alma de las mujeres. Coge su esencia y lo que sale es un personaje femenino muy superior a lo que se ha escrito siempre sobre la mujer..

Habla usted de la mujer en la obra de Lorca y en el momento actual cómo ve el papel que están jugando las mujeres.

Creo que es un bueno momento porque se empieza a poner a la mujer en el lugar que le corresponde, pero que debía haberlo ocupado hace mucho tiempo. Hasta ahora a la mujer no se le había visto lo suficiente. Ahora empieza a vérselas un poco y sobre todo a las jóvenes, que quieren su sitio en el mundo, en el amor, en la política... Ocupar un lugar que es igual al del hombre. Por eso es importante que los hombres y las mujeres no tienen que permitir que España vaya para atrás.

Hablar de Federico García Lorca es hacerlo también de la memoria histórica, algo que se cuestiona en estos momentos desde algunos sectores de la política española.

Es una asignatura que mucha gente no quiere estudiar. Parece que es una cosa pasada y terminada, cuando no es verdad. No es que tenga final, si lo tiene y debe haberlo pero con un final justo.

La gira con Romancero empezó en octubre del pasado año en el teatro de La Abadía en Madrid y ya ha estado en Argentina y Uruguay. ¿Después de Lanzarote a dónde irá el espectáculo?

A partir de septiembre comienzo una gira muy intensa. Vamos al Teatro Piccolo de Milán y nos moveremos por España. Hay tantas invitaciones y eso me encanta porque soy una enamorada de este espectáculo. Me parece que estoy haciendo lo que tengo que hacer y cada representación me hace feliz.

Compartir el artículo

stats