Caridad Cejas Machín todavía recuerda a sus 82 años las horas que pasaba, con apenas 14 años, enterrando estiércol en las tierras de cultivo de Mácher y Puerto Calero. "Para que mi padre me dejara ir al baile tenía que enterrar estiércol", señalaba ayer Caridad Cejas después de recibir el reconocimiento del Ayuntamiento de Tías coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer Rural. Y es que la vida de esta mujer del pueblo de La Asomada tiene un denominador común: el trabajo.

"Toda mi vida me la ha pasado trabajando en el campo y en mi casa", afirma Caridad que sacó adelante con su marido Ramón Robayna a una familia de siete hijos. "He sembrado y recogido trigo, sebada, arvejas, papas, tomates...", enumera una mujer que en la actualidad todavía tiene tiempo para criar unas cuantas cabras y gallinas. Caridad recuerda que trabajó en casi todas las tierras de Puerto Calero y Mácher, que hasta los años setenta del pasado siglo eran fundamentales para la cesta de la compra isleña.

"Mi madre desde las seis de la mañana ya está en planta", indica su hija Celia que ayer acompañó a su madre a recoger el premio otorgado por el Ayuntamiento. "Mi padre siempre nos decía que había que levantarse cuando los pajaritos empezaban a cantar".

Caridad también cuida a uno de sus hijos que quedó parapléjico por un accidente de moto cuando tenía 32 años.

Caridad Cejas también se hizo cargo de la limpieza de las calles del puerto deportivo Puerto Calero en sus primeros años y de joven fue una de las cientos de mujeres de Lanzarote que confeccionó rosetas que luego vendía a una empresa de Arrecife. "Cuando llegábamos de trabajar en el campo, si había un rato libre hacíamos rosetas", señala.

Dormir en el campo

El trabajo en las tierras les llevaba en ocasiones a dormir en el campo para no perder tiempo a la mañana siguiente para recoger las arbejas. "Con el sereno de la mañana las arvejas estaban más amorosas", recuerda. Y a partir de ahí seguían con la recogida de los otros productos de temporada.

Al homenaje no quisieron faltar sus seis hijos, su hija y algunos de sus 10 nietos y seis bisnietos. Una familia a la que se unirá en los próximos meses un nuevo bisnieto. "Siempre le vamos a agradecer lo que ha hecho por nosotros y la educación en valores que nos ha dado", señala su hija Celia.

Durante el reconocimiento, el alcalde de Tías, José Juan Cruz Saavedra puso en valor en el trabajo de las mujeres del municipio sobre todo en una época marcada por las necesidades más básicas, como la salud y la educación. El alcalde anunció que a partir de este año se aprovechará el Día Internacional de la Mujer Rural para reconocer la trayectoria de toda una vida dedicada a las tareas del campo de una vecina del municipio.