El excampeón marroquí de taekwondo Anouar Boukharsa, que llegó junto a una treintena de inmigrantes en una patera a la isla de Lanzarote y que grabó un vídeo en el que arroja su medalla al mar, ha asegurado que desea quedarse en España para enseñar lo que ha aprendido de este deporte. Boukharsa, que se encuentra en estos momentos en Las Palmas de Gran Canaria, insiste en que su protesta de tirar la medalla se debe al enfado que tiene con la federación marroquí de este deporte.

"No tenía idea de tirar la medalla. Era un mensaje a la federación marroquí", asegura el deportista de 27 años que insiste en que huyó en patera porque no quería seguir en su país. En el vídeo que se ha hecho viral en los medios de comunicación tanto de España como de Marruecos se ve a Boukharsa, que ganó la Copa del Trono de taekwondo en la categoría de menos de 63 kilos, en el momento de tirar su medalla al agua mientras dice: "No sirve para nada".

Boukharsa explicó que fue "un viaje muy difícil en el que vimos la muerte con nuestros propios ojos" y añadió que en su país se sentía "oprimido" y que su carrera deportiva "no tenía ningún valor". Bukharsa insiste en que quiere mirar hacia el futuro y espera "regularizar rápidamente su situación y tal vez encontrar trabajo". En declaraciones al digital francés Hespress recalca que no está desesperado por reanudar los entrenamientos para mantenerse en forma, dado que su primer objetivo es obtener un permiso de residencia para poder estar legal en España.

Anouar recuerda que comenzó a practicar el taekwondo a los tres años con su hermano y su hermana. "Mi hermano ha sido cuatro veces campeón de Marruecos y nunca ha sido seleccionado para grandes competiciones", aseguraba a la vez que lamenta que a pesar de haber ganado la Copa del Trono "nunca recibí ningún reconocimiento de la Federación. La situación se había vuelto insoportable, especialmente porque no podía encontrar un trabajo real a pesar de mis diplomas", lamentó el joven campeón marroquí.

El taekwondista, que se encuentra en Las Palmas de Gran Canaria, aseguró el pasado jueves a Deportes Cuatro que salió de la ciudad de Safi, al noroeste de Marruecos, para coger una patera rumbo a Lanzarote, a la que llegó cuatro días después. "No tenía idea de tirar la toalla. Era un mensaje a la Federación marroquí", asegura el deportista que insiste en que huyó en patera porque no quería seguir en su país.

El viaje de Boukharsa se suma a otros casos similares de deportistas y atletas marroquíes que emigran en pateras o aprovechan competiciones internacionales para huir del país. En agosto de 2018, la futbolista Meriem Bouhid del club Olympique de la misma ciudad de Safi aprovechó un torneo internacional organizado en España para desaparecer y no volvió a su país. "En realidad yo ya conocía su historia", señala el joven de 27 años, "pero mi viaje fue planeado mucho antes".

En junio del mismo año, dos judocas marroquíes participaron en los Juegos del Mediterráneo en Tarragona y se quedaron de forma irregular en España. Y en setiembre del año pasado, el futbolista Ali Hababa, también procedente de Safi, emigró a España en patera y ahora vive en la ciudad de Huelva.