Los bomberos del Consorcio de Seguridad y Emergencias de Lanzarote Raúl Rodríguez, Santiago Montesdeoca y Alfonso Morielo y los cinco policías nacionales Cristo Medina, Carlos Afonso, Bernabé Cáceres, Adrián González y Eduardo Mateos salvaron la vida a cinco personas que vivían de ocupas en la casa de la calle Hierro que fue rociada con gasolina en la madrugada del 11 de enero de 2017 con varias personas en su interior. Tres de las víctimas se refugiaron en un balcón con rejas, por lo que no pudieron ser rescatadas desde la calle, y otras dos permanecieron en el interior del inmueble.

Las estancias estaban completamente inundadas de humo y dificultó la localización de los heridos. "Aquello era un infierno, los ojos nos ardían de todo el humo que había", relató uno de los policías que intervino en ese servicio.

La rápida actuación de los policías nacionales, que llegaron en primer lugar al suceso, y de los bomberos, impidió que lo ocurrido acabara en una tragedia aún mayor. Una mujer de 52 años falleció en el hospital de Sevilla al que fue evacuada tras sufrir graves quemaduras en su cuerpo y dos varones, uno de ellos de 17 años, resultaron heridos de consideración.

El consorcio reconoció el 8 de marzo de 2018, dentro de los actos de su patrón, la heroica actuación de los bomberos y los policías nacionales.