El Juzgado de Primera Instancia número 3 de Arrecife ha ordenado el desahucio de dos familias que viven en el barrio de Argana Alta (Arrecife) en dos casas que pertenecieron a la Iglesia y que ésta les cedió por sus precarias condiciones económicas. En 2006 la Iglesia vendió las casas a una empresa local por 360.000 euros, según publica diariodelanzarote.com, y dicha empresa pidió el desahucio en el Juzgado.

El terreno fue donado por un particular a la Iglesia en los años 60. La Parroquia de San Ginés y los Cursillistas de la Cristiandad construyeron en este terreno, de 750 metros cuadrados, seis viviendas para cederlas en precario a familias necesitadas. En 2006, una empresa local compró la finca a la Iglesia, reconociendo en la escritura que sobre dicha finca “existe un inmueble compuesto por varias viviendas en mal estado que están actualmente ocupadas”.

En ambos casos, el Juzgado ha estimado que los inquilinos no tienen un contrato que les habilite como arrendatarios o propietarios. Incluso los sucesivos párrocos que han tenido la Iglesia de San Ginés en las últimas décadas declararon en el Juzgado que los contratos que tenían los inquilinos eran simulados, es decir que no pagaban renta, y que se les hizo el contrato para poder acceder a los servicios de luz y agua.

Los inquilinos habían hecho reformas en las casas a lo largo de varias décadas y habían pagado la contribución urbana al Ayuntamiento. Una de las familias desahuciadas vive en esa casa desde 1979, y antes vivieron los padres de uno de los miembros de la pareja con sus seis hijos desde 1959.

En el otro caso, la familia vive en la casa desde 1983. Esta familia alegó en el juicio que la Iglesia ni siquiera les había dado la opción de compra preferente. En otro caso, el Juzgado número 1 de Arrecife ha dado la razón a la familia, que no tendrá que ser desalojada de la vivienda. Otras familias están pendientes de de juicio. Las sentencias están recurridas ante la Audiencia Provincial de Las Palmas, así que, de momento, los inquilinos no tendrán que abandonar las viviendas.