La localidad sevillana de Tomares daba al mediodía de ayer, sábado, el último adiós a D. Antonio Molino Delgado, un apreciado profesional de la medicina que ejerció como médico en el municipio lanzaroteño de Haría desde 1967 hasta 1976. En sus casi diez años en el municipio hariano, D. Antonio Molino dejó una profunda huella no solo como médico sino como profesor “idóneo” en el entonces Colegio Libre Adoptado de Enseñanza Media de Haría, una extensión del Instituto ‘Blas Cabrera Felipe’, de Arrecife. Como médico del lugar destacó por su disponibilidad hacia los vecinos del municipio ayudando sobre todo a las familias más desfavorecidas. Junto a su preparación profesional manifestó durante sus años en el pueblo su dedicación a sus pacientes acudiendo a la hora que fuese a atender los casos urgentes a las propias casas del casco y de los numerosos pagos del norte lanzaroteño. Se le recuerda como un hombre atento a los problemas de la época en la que le tocó desarrollar su actividad profesional.

Durante su estancia en Haría vivió en primera persona la etapa histórica del despertar de la educación en el municipio colaborando en el proyecto educativo protagonizado por el sacerdote D. Enrique Dorta y la religiosa Doña María Luisa Perdomo, ambos ya fallecidos. Gracias a la sensibilidad mostrada por el Ayuntamiento de Haría se pusieron los cimientos de lo que sería el primer Instituto de Enseñanza Media del Norte de Lanzarote, centro que coadjuvaría a que muchos jóvenes de la época pudieran estudiar y dirigir sus vidas a distintas carreras universitarias. Entre el profesorado del Centro destacó D. Antonio Molino como profesor de Matemáticas y de Física y Química. Muchos de sus alumnos de entonces lo recuerdan como un hombre de carácter fuerte y exigente, circunstancias que conformarían en muchos de ellos las inquietudes y metas profesionales ulteriores. El pueblo de Haría le estará siempre agradecido, ya que contribuyó ,junto a otras personas entusiastas a elevar el nivel cultural del municipio.