Antonio Virgilio O. H., acusado de descargar y compartir vídeos de abuso sexual infantil, reconoció este lunes los hechos y aceptó la pena de dos años de prisión, pero no la cumplirá. La Fiscalía pedía siete años de cárcel para este vecino de Haría por un delito relativo a la prostitución y corrupción de menores, pero llegó a un acuerdo de conformidad rebajando la condena, ya que además se ha aplicado la atenuante de dilaciones indebidas. Y es que, según se ha puesto de manifiesto, la causa estuvo paralizada casi tres años.

El acuerdo fue ratificado ayer ante la Audiencia Provincial de Las Palmas, por lo que no ha llegado a celebrarse el juicio, según informa el diario digital La Voz de Lanzarote. «La verdad es que no hemos entendido bien todos», respondió el acusado, después de que el presidente de Sección Sexta de la Audiencia Provincial, que en este ocasión no se desplazó a Lanzarote, sino que ha intervenido mediante viodeoconferencia, le preguntara sí reconocía los hechos de los que se le acusaba. «Sí, estoy de acuerdo», manifestó el procesado, afirmando que aceptaba la pena que se le imponía.

Además de a dos años de cárcel, a Antonio Virgilio O.H. se le ha impuesto la pena de inhabilitación especial durante cinco años para cualquier profesión que conlleve contacto con niños. Además, se ha acordado que se le imponga la medida de libertad vigilada, consistente en la prohibición de toda actividad que implique tener bajo su cuidado o cuidado a menores de edad o contacto con ellos durante cinco años y en la participación en programas de educación sexual para pedófilos.

En cuanto a la pena privativa de libertad, después de que el abogado de la defensa lo solicitara, se ha acordado su suspensión durante un plazo de tres años. Así, el acusado no entrará en prisión aunque, eso sí, siempre que cumpla las medidas de libertad vigilada y que no se acerque a ningún lugar frecuentado por menores. De infringir estas condiciones, sí ingresaría en prisión.

Más de un millón de archivos

El acusado fue detenido en enero de 2017, tras una investigación del equipo de Investigación Tecnológica de la Guardia Civil, que tuvo conocimiento de un intercambio de archivos de contenido pedófilo por Internet, consiguiendo identificar la IP de este usuario.

“Se descargó 34 archivos explícitos de abuso sexual infantil que constituyen vídeos de contenido inequívoco pornográfico infantil, que han estado a disposición de un número indefinido de usuarios a través de la Red Edonkey”, se recogía en el escrito de acusación de Fiscalía, que fue aceptado por el acusado de los delitos.

Además, en un registro en su domicilio, los agentes encontraron muchos otros archivos de niños y niñas sin ropa o en actitudes sexuales explícitas. Solo en un disco duro externo tenía más de un millón de archivos de contenido pedófilo, además de otras fotografías y vídeos que guardaba en varios pen drive.

Niñas de siete años desnudas

En esos archivos, aparecían desnudas algunas niñas de tan solo siete años, mientras que a otras, de entre 10 y 14 años, se las veía masturbándose. También había decenas de imágenes centradas “en los genitales femeninos de las niñas» fotografiadas.

“Los hechos fueron realizados por el acusado sabiendo que cada vez que iniciaba la descarga de un archivo de dicha plataforma se convertía en servidor para otros de la parte del archivo informático que se iba descargando, poniendo a disposición de cualquier usuario del programa eMule el archivo en cuestión, de modo que un número indeterminado de personas han podido acceder, ver o almacenar algunas de las mencionadas imágenes”, sostenía la Fiscalía, que consideraba que el acusado “realizaba tales actos movido por su atracción sexual hacia los menores de edad”.