El Patronato de Turismo del Cabildo de Gran Canaria ha concedido la autorización previa a la cadena hotelera Silken, radicada en el País Vasco, para abrir un nuevo hotel urbano en la zona de Santa Catalina y frente al Puerto de Las Palmas. La web de esta cadena (www.hoteles-silken.com) ya anuncia incluso la apertura de dicho establecimiento, un cuatro estrellas, en el año 2010.

El anuncio no deja de ser optimista en la fecha por cuanto el lugar en el que debe de levantarse el futuro hotel aún es un solar ubicado entre las calles Presidente Alvear y León y Castillo. El solar en cuestión ocupa la parcela de un viejo almacén derribado hace tres años que se divide en dos. El Plan General Municipal de Ordenación (PGMO) de la ciudad recoge que la mitad que da a León y Castillo y la rambla Juan Rodríguez Doreste (parque blanco) tenga uso hotelero, y el resto, que da a Presidente Alvear, como residencial.

El Cabildo, competente en la materia, ha dado la autorización previa sin tener que consultar al Gobierno de Canarias ya que la moratoria turística que impide abrir libremente nuevos hoteles en el Archipiélago, no tiene efecto sobre el municipio capitalino.

Fuentes cercanas al Ayuntamiento aseguran que los responsables de la cadena Silken, una vez que cuentan con la autorización del Cabildo en la mano se han dirigido ya a la concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria para pedir la pertinente licencia de obra.

Silken pertenece al grupo empresarial Urvasco, presidida por Antón Iraculis, que tiene también una división inmobiliaria radicada en toda España. La crisis inmobiliaria que asuela la economía mundial ha llevado a Urvasco hace unos meses a vender su divisón medioambiental, con la que gestionaba parques eólicos por todo el país, a una empresa alemana por 250 millones de euros. Urvasco cerró 2007 con unas ventas de 380 millones, un 17% menos que en 2006 pero su endeudamiento se eleva a más de 2.200 millones.

Los establecimientos de la cadena Silken, que nació con el hotel Indautxu de Bilbao, se distinguen por dedicarse exlusivamente al turismo urbano y descartan el habitual turismo de sol y playa. Para ello, sus hoteles, todos de cuatro y cinco estrellas, cuidan mucho el aspecto y el diseño al que llegan a dar categoría de obra de arte, como ocurre con el Puerta de América, en Madrid. Este hotel de 13 alturas costó a Urvasco 70 millones de euros de los que gran parte se invirtieron en diseñar sus plantas, encargadas cada una a un arquitecto o grupo de creadores como Jean Nouvel, Norman Foster, Mariscal o Vittorio&Luchino.

Silken cuenta también con un hotel en la capital tinerfeña, el Atlántida Santa Cruz, con 144 habitaciones alojadas en un moderno edificio de cristal y vidrio situado en la zona de expansión de la ciudad al final de la avenida Tres de Mayo. El siguiente paso es la capital grancanaria.