Eran las tres de la tarde del 20 de enero de 1925 cuando se constituía oficialmente la Asociación Patronal de Consignatarios de Buques del Puerto. Nacía en ese momento una de las asociaciones más antiguas que siguen activas en Canarias.

Pero su nacimiento estuvo rodeado de algún contratiempo. Según consta en el libro de actas, la directiva no se designó hasta una tercera cita, que tuvo lugar el día 29. "Expusiérense por los señores presentes diferentes opiniones sobre ponderación de los elementos integrantes de la junta directiva, pero no habiéndose podido lograr la unanimidad que todos apetecía...".

El Puerto comenzaba a andar a velocidad de crucero. Y la actividad empresarial crecía al mismo ritmo de vértigo. La Luz se había convertido con el paso de los años desde la colocación de la primera piedra en 1883 en un punto de encuentro de un gran número de navieras europeas en sus viajes a América y las colonias europeas. Esto trajo consigo que se asentara un gran número de consignatarias, que atrajeron un inusitado movimiento de buques, puestos de trabajo y riqueza. Y, de forma añadida, generó los primeros conflictos laborales.

Esta ebullición inició a los consignatarios a unirse para defender sus intereses y "el prestigio" del puerto de Las Palmas. "A partir de los prósperos negocios y de la riqueza que ofrecía la variada actividad portuaria fue naciendo una burguesía mercantil, primer fenómeno económico de este género", según Alfredo Herrera Piqué en el libro 125 años de nuestro puerto, publicado con motivo del centenario.

La primera reunión, celebrada hace 86 años, tuvo lugar en el edificio de Elder Dempster Lines, en la entrada al muelle Santa Catalina. Estuvo presidida por Guillermo Seddon, de la firma Grand Canary Coaling Ltda., siendo secretario Arturo Henderson, de la compañía General Canaria de Combustible.

En el momento de la fundación estaban presentes los representantes de la Compañía de Carbones Minerales, Miller y Cía, Bautista y Martinón, Elder Dempster Lines, Miguel Curbelo y Cía, y Cory Hermanos; así como las personas Fernando Cambreleng, José Curbelo, Richard Yeoward, Francisco Caballero, Rafael Alzola y Juan Bordes Claveríe.

Dos días más tarde, el 27, volvieron a reunirse, acordándose aplazar la constitución para una tercera reunión. Esta tuvo lugar el día 29 de enero, donde se procedió a la constitución definitiva de la Asociación de Consignatarios. El primer presidente "por aclamación" fue Emilio Ley, que era entonces director de Elder Dempster Lines.

Como dato curioso, se apunta que las reuniones tenían lugar a las tres de la tarde.

Hoy, la Asociación de Consignatarios y Estibadores de Buques de Las Palmas de Gran Canaria (Asocelpa) sigue teniendo un enorme peso en la vida diaria del Puerto, en estrecha colaboración con la Federación de Empresas Portuarias (Fedeport).

Eso sí, en su dilatada historia la patronal ha tenido que sortear numerosos momentos críticos, sobre todo hace algunas décadas por conflictos laborales, que fueron solventados.