El Colegio de Abogados de Las Palmas puso ayer a seis letrados a disposición de los ciudadanos para resolver dudas legales y ofrecerles orientación jurídica. La iniciativa, que se corresponde con la celebración del Día de la Justicia Gratuita y el Turno de Oficio, contó con menos participación ciudadana de la esperada, pero los abogados asesoraron a unas 40 personas durante la mañana. La mayor parte de las consultas estuvieron relacionadas con desahucios, impagos y reclamaciones de deudas, según Tomás Valdivielso, uno de los letrados del turno de oficio que ayer participó en la jornada.

Y es que el ámbito judicial es el espejo social de la crisis, el cristal contra el que chocan los ciudadanos cuando les ahoga la economía. "Necesito un abogado para frenar una orden de desahucio. Llevo 50 viviendo en una casa de alquiler, pero el propietario ha dejado de pagar la hipoteca y me quieren echar porque la vivienda está embargada", confiesa un jubilado de 80 años, vecino de El Puerto, que prefiere mantenerse en el anonimato para evitar más "problemas".

Otra ciudadana, Alexandra Mardones, viene desde el sur de Gran Canaria para recibir asistencia gratuita por un "asunto laboral". Mardones, que ya recibió asesoramiento en una cita anterior, acude para presentar toda la documentación que el Colegio de Abogados le exige para comprobar si tiene derecho a un letrado de oficio. El requisito principal es que la unidad familiar no supere los 1.200 euros brutos si las pagas están incluidas en la nómina mensual, o los mil si no están incorporadas.

Por regla general, los usuarios se muestran satisfechos con el servicio recibido, aunque se quejan del poco espacio habilitado para atender a tanta gente. "La sala de espera se llena y tienes que hacer cola en la calle, es un poco violento", añade Alexandra Mardones.

El Colegio de Abogados suele atender a una media de 100 ciudadanos tres veces a la semana. Se trata de personas que solicitan formalmente un letrado, trámite para el que se tarda mes y medio en obtener una cita. Mientras, de forma paralela, la institución ofrece un servicio de orientación al ciudadano, que es el que ayer se reforzó con motivo de la jornada de puertas abiertas. Normalmente esa tarea sólo la desempeña un abogado, según explicó el vicedecano del Colegio, Javier Monzón, que resaltó la importancia del acto para acercar la justicia al ciudadano.

Uno de los letrados que ayer prestó sus servicios, Tomás Valdivielso, destacó la "nivel profesional" de sus compañeros y la "cercanía en el trato" a los usuarios. Valdivielso empezó en el turno de oficio de la capital grancanaria en 2007, antes estuvo en Madrid.

Esa calidad del servicio viene determinada por las exigencias del Colegio para entrar en el turno de oficio, que consisten en cinco años de colegiación y dos años de capacitación en el aula de práctica jurídica.