Los visitantes que llegan a la capital grancanaria en coche desde el Sur se las ven y se las desean para ir a los enclaves turísticos de la ciudad, porque la mala señalización o la falta de carteles en la Avenida Marítima los confunde y les obliga a dar vueltas innecesarias para llegar al destino.

La vocación turística de la capital de la que tanto hablan sus responsables políticos, que incluso han iniciado desde hace meses una campaña para vender el municipio en el sur de la Isla, no se refleja en la señalización, que en algunos casos provoca que los turistas se pierdan algunos atractivos turístico o que incluso se extravíen ellos mismos y acaben, por ejemplo, en el cementerio de Las Palmas cuando lo que querían era ir al barrio de Vegueta.

Las Canteras o el Auditorio, por ejemplo, no aparecen en toda la Avenida Marítima, en la que tampoco se hace mención al casco histórico, como tal, o no se aclara la mejor manera de llegar al Muelle Deportivo, sin tener que dar vueltas por media ciudad.

Lo primero que se encuentra el turista que llega desde el Sur es un grafiti de corte independentista, en las laderas del Tívoli, con un enigmático mensaje, a modo de singular bienvenida, para el foráneo que dice: "Seguimos alzados".

A la derecha, aparecen las primeras señales de los atractivos turísticos de la ciudad con un Playas de La Laja, al que le sobra la ese, pero que anuncia de manera oportuna y a tiempo que el visitante puede contemplar las hermosas vistas del mirador, disfrutar de la playa y, de paso, contemplar de cerca la impresionante escultura Exordio El Tritón de Manolo González. Otra cosa es la penosa imagen en que se encuentra el mirador, por la falta de mantenimiento de los jardines, cuyas palmeras pasaron a mejor vida.

Los problemas para el turista empiezan un poco más adelante. A no ser que esté avisado, pasará de largo sin remedio por San Cristóbal. El cartel que anuncia la entrada al único barrio marinero que queda en la ciudad -donde se puede degustar el pescaíto fresco recién cogido en sus numerosos restaurantes- está justo en la entrada al barrio. Por regla general, cuando uno ve el cartel ya es tarde para hacer la maniobra, si vas por el carril del centro.

Siguiendo por la autovía en dirección al Puerto, el siguiente cruce importante para el turista es el que permite acceder al casco histórico por el paso subterráneo de Rafael Cabrera. Unos cuantos metros antes, un cartel avisa al conductor que hay un acceso a Triana y Vegueta. Hasta aquí bien, aunque no aclara que Triana y Vegueta constituyen el casco histórico, pero una vez que te metes en el paso subterráneo la situación empeora. No hay ninguna señal que aclare que para ir a los barrios de Vegueta o Triana -o subir a Tafira por la carretera del centro- hay que girar por las dos primeras entradas que hay a la izquierda. La primera de ellas lleva justo al aparcamiento situado al lado del mercado de Vegueta y al barrio del mismo nombre y la siguiente te lleva a la carretera del centro, por la que se puede acceder también a Triana.

Si el turista no anda listo, lo más normal es que termine en la calle Rafael Cabrera, en la que tampoco hay señales que te indiquen cómo llegar al parque San Telmo, Triana o Vegueta.

Volvemos a la Avenida Marítima. La siguiente oportunidad que tiene el visitante para dirigirse a Triana, una de las zonas comerciales más importantes de la ciudad, es el cruce de Bravo Murillo.

Sin embargo, el único cartel que señaliza este cruce sólo indica que por ahí se va a la calle Bravo Murillo. No aparece ni Triana ni San Telmo, pero la cosa no acaba aquí. En la misma calle Bravo Murillo no hay ningún cartel que indique el cruce a la izquierda para entrar en Triana o el parque San Telmo. Y eso que en el tramo de Bravo Murillo y Rafael Cabrera hay dos postes de señales. En ellos se indica cómo llegar al Cabildo, a la carretera del centro, a Correos y Telégrafos o incluso al Gobierno Militar, pero ni rastro de Triana. En dirección al Sur, tampoco aparecen carteles que indiquen la entrada al casco histórico desde la Avenida, en los accesos por Munguía y a la altura del Teatro.

Saltamos otra vez a la Avenida Marítima, en dirección al Norte. Poco antes de llegar a la altura de Juan XXIII, el conductor se encuentra una señal que indica el acceso a la calle citada y Carvajal y también al Muelle Deportivo. Sin embargo, un conductor que no conozca la ciudad y siguiera la flecha seguiría por la Avenida y se metería en los túneles de Julio Luengo, ya que no hay ningún cartel que aclare que para ir a la dársena tiene que girar a la izquierda por Juan XXIII y luego meterse a la derecha por Luis Doreste Silva. Tampoco existe en las señales que indican el acceso a Juan XXIII una mención al parque Doramas, el Pueblo Canario o el Museo Néstor, otro de lo enclaves turísticos de la ciudad. Algo parecido ocurre con la zona comercial Mesa y López y el acceso al Norte desde Juan Manuel Durán. La primera señalización de Mesa y López, que indica que hay que girar a la derecha porque el tronco central de la autovía nos lleva al Puerto es correcta, pero una vez llegamos a la altura de Las Alcaravaneras, ningún cartel nos aclara que para acceder a la zona comercial hay que girar a la izquierda por la calle Juan Manuel Durán y lo mismo si queremos ir a Agaete. En lugar de Agaete, aparece un genérico norte, que no todos los visitantes identifican con Agaete. Las Canteras, la joya de la corona, no aparece señalizada por ningún lado y tampoco Santa Catalina. En el poste de señales situado a la altura del Club Náutico se pueden leer malamente -el estado del cartel medio borrado deja mucho que desear- las indicaciones que llevan al Puerto, el Club Náutico, el polígono industrial el Cebadal (el nombre correcto empieza con s de seba) y la carretera del Norte (GC-2). Se supone que el cartel que no se lee, porque el sol lo ha borrado completamente indica la playa de Las Canteras. Si cambiamos de sentido, en dirección norte-sur, ocurre algo parecido. Por ejemplo, la señal que indica al visitante que por la autovía va bien hacia el aeropuerto, no aparece hasta las inmediaciones de la Fuente Luminosa. Tampoco se ve por ningún lado una indicación que le diga al turista que para ir a Agaete tiene que coger o bien por los túneles de Julio Luengo o girar a la derecha por Juan Manuel Durán. "¿Por dónde se va a Agaete?". Los taxistas están hartos de responder a esta pregunta, según asegura un profesional del taxi. "Es raro el día que algún turista no te pregunta cómo llegar a Agaete. Te vuelves loco para explicarles que tienen que seguir por la calle Presidente Alvear y luego girar a la derecha, a la altura de Torrelaspalmas, para coger los túneles", asegura un taxista, que añade que otra pregunta recurrente de los turistas gira en torno al acceso al centro comercial El Muelle. "Les tienes que explicar que tienen que girar hacia Mesa y López para coger la Avenida", dice.