El Puerto de La Luz y de Las Palmas se prepara para el desembarco en el recinto portuario de la industria petrolera. La Asociación Sindical de Estibadores Portuarios (ASEP) negocia en su convenio las condiciones en las que van a prestar cobertura a las plataformas especializadas en la extracción de crudo, pues el colectivo de estibadores estima que los barcos de estas compañías harán 50 escalas en los próximos tres meses para realizar operaciones relacionadas con el mantenimiento y la reparación de su maquinaria.

Se trata, en síntesis, de trasladar a tierra las piezas a revisar para luego volverlas a transportar a los remolcadores. En la actualidad, los estibadores prestan este servicio de manera ocasional porque las reparaciones de esas máquinas son escasas, pero la situación cambiará a finales de enero, cuando Repsol monte su base logística en La Luz y comience a realizar los primeros sondeos en busca de petróleo.

En ese contexto negocian los estibadores su convenio, sobre todo porque carecen de una regulación específica al desempeñar la actividad bajo el código de mercancía general, explica el presidente de la ASEP, Miguel Rodríguez. De ahí que ahora se debatan las condiciones del nuevo servicio, desde el precio por mover esas grandes piezas hasta las medidas de seguridad o los horarios de carga y descarga, los cuales son imprevisibles.

Y es que la maquinaria de la industria petrolera requiere revisiones y reparaciones frecuentes, principalmente porque está sometida a una enorme presión marina al trabajar a una gran profundidad. Se trata, sobre todo, de las hélices de estos barcos, los tubos para la extracción del hidrocarburo o las excavadoras usadas para hacer las perforaciones.